A un casi cuarentón como yo, que mira de reojo con nostalgia su vieja Master System, poco le sorprende ya en nuestra querida industria del videojuego...
Sabreman, completamente exhausto, logró trasponer una vez más el umbral de la puerta que daba acceso a la misteriosa sala del caldero. El aventurero se encontraba al límite de sus fuerzas, aunque la mayor amenaza que le acechaba estaba representada…