‘The Promised Neverland Temporada 2’: crónica de una muerte anunciada

15 marzo, 2022José María Toledo

—Aviso a navegantes: contiene SPOILERS—

Como bien explicaba Gintoki en Gintama: «cuando un anime alcanza a un manga en plena publicación, debe dar un rodeo para seguir cerca del manga para luego retomarlo, pero esto puede ocasionar problemas». Con esta explicación podemos hacernos una idea de por qué varios animes tienen lo que conocemos como «relleno». ¿Pero qué pasa cuando el manga ya ha acabado y el anime decide de todos modos dar un giro de 180 grados a la obra? Que absolutamente todo lo que puede salir mal, sale mal.

Así como muchos sufrimos y vimos el destrozo que hacía Pierrot con Tokyo Ghoul —de eso, si queréis, hablamos otro día—, CloverWorks, prestigioso estudio de animación que nos ha dado auténticos éxitos como Fairy Tail, Darling in the Franxx o Wonder Egg Priority, decidió apuñalarme donde más me dolía, en The Promised Neverland Antes de empezar a cortar la extensa tela de esta cosa que no pienso llamar adaptación, entremos un poco en materia sobre el anime de The Promised Neverland y las extrañas decisiones que explican lo que acabó ocasionando el futuro fracaso del anime.

La primera temporada del anime —2019— fue un bombazo y un éxito que, pese a sus pequeños momentos de relleno, adaptó los cuatro primeros volúmenes y parte del quinto sobresalientemente. Pero había unos planes muy distintos para su continuación. CloverWorks, junto a Kaiu Shirai, creador de la obra, tomaron la extraña decisión de reescribir la historia original en esta segunda temporada y meter todo lo que quedaba —15 volúmenes— en 11 episodios. Se suele rumorear que esto se debe a que Shirai no estaba contento con el desarrollo que tuvo su historia en el manga. Otros rumores afirman que tanto yo como muchos fans de la obra no estuvimos contentos con este cambio.

Todo el entusiasmo y ganas que tenía el fandom por esta temporada quedaron arruinados tras el cuarto capítulo de la misma. En un pestañeo se ventiló —o, mejor dicho, pasó por alto— varios arcos del manga. Siendo más exacto, me atrevo a decir que se saltó los mejores arcos y partes de toda la obra. Además, algunos personajes de vital importancia para el desarrollo de nuestros protagonistas, incluyendo algunos de mis favoritos, fueron borrados de la trama. En ese momento aparecieron los créditos del capítulo y me sentí confuso, quise buscarle una explicación a lo que estaba pasando.

Tanto yo como gran parte del fandom estuvimos durante semanas diciéndole a todo el mundo que se venía la mejor parte de la obra y que Internet iba a explotar al verlo. Todo ese fuego acabó en pólvora mojada. Personajes interesantes convertidos en simples secundarios sin más y un nuevo final peor que el del manga, algo que era difícil sabiendo como acaba. Los culpables estaban claros, ahora solo hacía falta explicar por qué. Ahora llegan los spoilers, si no has visto la segunda temporada de The Promised Neverland te doy mi enhorabuena, no la veas, no merece la pena. Y si no has leído el manga corre a hacerlo.

Una vez puestos los cimientos de esta crónica de una muerte anunciada, pasemos a analizar los posibles hechos por los que Shirai y CloverWorks decidieron hacer un speedrun de uno de mis mangas favoritos. Intentaré esquivar el mayor número de spoilers posibles, igual que esta gente esquivó más de 140 capítulos del manga.

Una vez lograda la impresionante huida de Grace Field House, dejando al pobre Phil y a los demás niños pequeños atrás, Emma y Ray, junto a un montón de secundarios cuya profundidad dada en el manga aquí ni se piensa, deben comenzar a pensar cómo sobrevivir en aquel salvaje mundo lleno de peligros para alcanzar el escondite de William Minerva. Con la ayuda de Mujika y Sonju, dos demonios de lo más majos y de vital importancia para la trama, sobreviven en el bosque hasta que los niños logran encontrar, gracias a las pistas dejadas por Minerva, el refugio B06-32.

En la infame adaptación al anime nos sitúan en un refugio deshabitado, donde Emma y Ray encuentran incluso un almacén totalmente vacío —atención a esto—. Yo, inocente como nadie, mantuve la esperanza de que se adaptara todo como en el manga, hasta que se abrió la puerta del almacén, totalmente vacío. Este pudo ser uno de los problemas para adaptar la historia al anime. Dejadme explicaros: en el manga esa habitación es un arsenal lleno de armas.

Un montón de niños usando pistolas, fusiles, metralletas… Puede parecer algo sin importancia, teniendo en cuenta que a día de hoy existen cientos y cientos de anime con violencia y armas. Quizá ver a menores usándolas de una manera tan sangrienta no encajaba tanto en un estudio que antes había hecho un anime de mechas, los cuales funcionaban a través de adolescentes manteniendo relaciones sexuales. Aun siendo cierto que Goldy Pond, el mejor arco de todo The Promised Neverland, es un completo despliegue armamentístico entre humanos y demonios, ya que se trata de una cacería, me sigue sin parecer razón suficiente para privar a mis ojos y a los de todo el público de la parte con más ritmo y agresividad de la obra.

Sin entrar en detalles de Goldy Pond —leed el manga para no arrepentiros después— la trama en el manga continua con la vuelta al refugio B06-32, donde vivirían los niños de Grace Field House y los rescatados en Goldy Pond. A ver si os pensáis que los únicos que habían pensado en escaparse eran Emma y sus amigos. Es más, hace mucho tiempo ya se habían escapado varios niños, cuyos nombres podemos apreciar de manera siniestra en el anime en una de las habitaciones dentro del refugio: Maria, Flore, John, Pedro, Erica… y Lucas.

De aquella lista de nombres a los que, como podréis imaginar, no les fue muy bien, uno de ellos seguía con vida en Goldy Pond: Lucas. Este es un personaje capital dentro de la obra, ya que se trata del mejor amigo del que, probablemente, es personaje más influyente de toda esta parte del manga, Yugo. El timón que guiaba este arco fue eliminado de la historia. Ni se molestaron en apuntar su nombre en la pared para simular su muerte. En la obra original, Yugo se encontraba en el refugio cuando los niños llegan, y digamos que no le agradó mucho la visita, por lo que Emma le dijo que o negociaban un trato o volaban por los aires el refugio.

Tanto Yugo como Lucas se acaban convirtiendo en piezas elementales del desarrollo de personaje de Emma. Ellos justificarán sus futuras acciones y decisiones, incluidas las tomadas tras el reencuentro con Norman. El reencuentro en el anime de Emma y Ray con su amigo de la infancia, el cual parecía haber muerto, es una pantomima. Aparece como si te cruzaras a tu tío yendo a comprar el pan, lo que convierte de manera indirecta a Zazie, Barbara, Cislo y Vicent en tus primos. En el manga te presentan a estos cuatro aliados/subordinados como si fuesen el mismísimo Escuadrón Suicida y al propio Norman como si se hubiese convertido en el mayor líder de esta revolución hasta el punto de poder hablar el idioma de los demonios.

No entraré más en detalles sobre el regreso a Grace Field House y como la redención de Isabella pierde todo su sentido para no hacer más spoilers. La fidelidad de esta adaptación hacia el manga está más lejos que la puerta al mundo de los humanos, así que solo nos queda esperar a que Shirai reformule la promesa tras los Siete Muros y podamos llegar a tener en un futuro un The Promised Neverland Brotherhood.

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