Enigma, un villano modélico

18 marzo, 2022Nacho M. Martín

Adivina, adivinanza. ¿Quién es la mayor amenaza para el hombre murciélago? Es una pregunta que se les ha hecho a los seguidores de Batman desde que Bob Kane creara el personaje y lo rodeara de innumerables enemigos como el Joker, Catwoman —que a veces se torna en aliada—, el Espantapájaros, Clayface o el Pingüino.

Para muchos, la principal amenaza real a la que se ha enfrentado el Caballero Oscuro sería su archienemigo, el Joker —y así parece entenderlo DC cuando en las adaptaciones fílmicas tiene cierta preponderancia y promovió un excelso cómic monográfico, firmado por Brian Azzarello, sobre esta figura—. Y es que donde Batman es una fuerza del bien, el Joker es su completa antítesis. Él es el yin del yang de Batman.

Pero en el nuevo reboot no nos presenta a Joker —reservado seguramente para las próximas películas del héroe de DC— como al primer «gran» rival del vigilante enmascarado de Gotham sino que el elegido es Enigma. Si bien Edward Nygma —aunque en la película de Matt Reeves usa su nombre alternativo: Edward Nashton— ha sido un incordio para Batman durante décadas, es difícil encontrar una versión de él que parezca que es un rival a la altura del héroe que ahora interpreta Robert Pattinson.

Y es que si miramos las representaciones en carne y hueso del personaje creado por Bill Finger y Dick Sprang, Enigma un lunático con más torpeza que destreza y con más ductilidad que criminalidad. Ya en la mítica serie televisiva de los 60, Frank Gorshin encarnó a un Enigma bastante más loco que el Joker pero muy indolente en cuanto a la hora de poner en apuros a Adam West y Burt Ward en sus papeles de Batman y Robin.

Posteriormente, cuando Joel Schumacher recibió de Tim Burton el honor de continuar con la tetralogía fílmica de los 90, el actor cómico Jim Carrey se puso el disfraz del signo de interrogación para traer caos y sufrimiento a Gotham en Batman Forever (Joel Schumacher, 1995). Sin embargo, incluso cuando se le emparejó con un Dos Caras muy rudo —casi tan bufonesco como el personaje de Carrey— y alejado de esa imagen de obsesión por la dualidad del bien y el mal que se ve en los cómics, ese Enigma resultó tan cursi como el de Gorshin, tal vez incluso más.

Finalmente, en la serie televisiva de Gotham (2014-2019), parece que hicieron algo de justicia con este personaje. Si bien Enigma, interpretado en la serie por Cory Michael Smith, seguía siendo un villano menor, ahora realmente se le podía considerar una amenaza y no una pantomima puesto que no tiene reparos de mancharse las manos de sangre para cumplir sus metas, las cuales están perfectamente maquinadas y son fruto de su megalomanía y no de una locura caprichosa.

Y así llegamos al tiempo presente, a la película de la «Venganza de Gotham » que lleva unas semanas en las pantallas de cine, donde —al fin— Enigma ha obtenido, gracias a la impecable actuación de Paul Dano, una representación oscura y malvada. The Batman (Matt Reeves, 2022) convierte a Enigma en un asesino sin remordimientos. De hecho, sin entrar en spoilers, no cabe descartar que Edward Nashton tiene un recuento de muertes mayor que cualquiera de los otros villanos de las «bat-películas». La idea de Reeves y su guionista, Peter Craig, de utilizar a un personaje que con su distorsionador de voz y sus vídeos agita el avispero de las redes sociales para reclutar un buen número de acólitos como si se tratara del Estado Islámico u otra organización extremista hace que Enigma cobre más vida y le dé un toque más terrorífico si cabe.

Tanto es así, que Enigma recuerda a John Doe, el asesino de Seven (David Fincher, 1995) —que por cierto, no es raro pensar que Reeves se haya inspirado en Fincher y en su manera de afrontar Seven y Zodiac (David Fincher, 2007) a la hora de rodar The Batman— en su entrega y locura. De hecho, el aspecto más inquietante es que Enigma podría vivir en nuestro mundo. No es un villano sobrehumano como Deathstroke o alguien con cualidades especiales como R’as al Ghul, sino que es un tipo ordinario con rencor y complejo de Dios, algo que lo hace más real y, sin duda, más inquietante.

Y si ese estilo noir al que se acoge este nuevo Batman responde a las plegarias de los fans del héroe de Gotham, que no sólo lo querían verlo como un luchador sino como un detective tal y como se muestra en los cómics de Greg Rucka, el hecho de que haya villanos que son retratados como amenazas reales, y no como comparsas cómicas, responde a las peticiones de los fans de que los enemigos de Batman infundan un temor real que mantenga en vilo hasta que el alter ego de Bruce Wayne encuentre manera de atajarlo. En suma, el mejor Enigma posible tiene que ser el nuevo punto de referencia para los villanos de DC. Warner Bros, toma nota.

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