‘Superman: arriba, en el cielo’, una vida, una odisea

2 abril, 2021Pedro de la Rosa Gil

Superman es, quizás, el personaje que más nos cuesta entender. También porque a su vez es el personaje más simple. Esta idea ya la comenté anteriormente cuando os hablé de ‘Superman: identidad secreta, pero nunca está de más recordarlo. Superman es el paradigma de la bondad, la esperanza y todo aquello que los americanos consideran el ideal americano —algo un tanto contradictorio con lo que después Estados Unidos representa, como hemos visto en la portada del segundo número de Break—. Y el hecho de que una persona con el poder de un dios sea la personificación de todo lo bueno, rozando lo ingenuo, nos resulta muy difícil de entender. Mucho más que entender a un chico que de mayor busca vengar el asesinato de sus padres, por poner un ejemplo.

¿Y qué mejor autor para profundizar en lo que un personaje simboliza que Tom King? El autor americano es, posiblemente, el mejor autor de superhéroes del momento, y uno de los que pasarán a la historia. Él fue quien durante su etapa en Batman cambió nuestras ideas de «¿pero cómo se van a casar Batman y Catwoman?» a «¿pero cómo NO se van a casar Batman y Catwoman?». Y es que el punto fuerte de King es el background que realiza de los personajes, trayendo datos de etapas antiguas para cimentar sus etapas: referenciar lo que autores pasados hicieron y narraron con los personajes que ahora trata. Al final, todo lo que Tom toca se vuelve oro, y con Superman no iba a ser diferente.

‘Superman: arriba, en el cielo’ comienza como una historia normal, demasiado normal para ser del kriptoniano. Una niña llamada Alice es raptada por un «astronauta» y se la lleva del planeta. Mucha gente necesita la ayuda de Superman en nuestro mundo, pero este decide abandonar el planeta en busca de la niña para rescatarla cueste lo que cueste. Y aquí comienza toda una odisea cósmica con varias historias, cada cual más rara, con un único propósito: recorrer todo aquello que Superman simboliza.

Explicar esto con palabras sería una locura, porque explicar un ideal es algo complejo e intrincado. Pero King, sobre todo gracias al magistral dibujo de Andy Kubert, consigue que esa maraña de ideas y enfoques tengan un sentido, un objetivo. Y a lo largo de esta odisea llena de pruebas, la esperanza es la constante más importante, porque de todas las cosas que simboliza Superman esta es la que más perdura en el ideal de sus lectores y sus personajes. Para que esto se entienda vais a tener que permitirme que os haga algún spoiler de lo que encontraréis entre estas páginas.

Una de las historias es una carrera benéfica entre Flash, el hombre más rápido del mundo, y Superman. El primero que dé diez vueltas a la tierra gana, todas las ganancias conseguidas con la venta de entradas y los derechos de retransmisión serán destinadas a caridad. Pero Lex Luthor está observando la carrera, y él sabe, como todos, que Superman va a perder porque es más lento que Flash. Así que este decide hacer una cosa: ofrece donar el doble de lo que se gane, pero solo si Superman gana. «Lo hacía porque, cuando Superman perdiera, (…) la gente odiaría a Superman porque había perdido mucho dinero para caridad». Pero claro, Superman tiene súper oído, y había escuchado a Luthor, así que tenía que ganar costara lo que costara. Pero él no es el hombre más rápido del mundo, ese es Flash. «Tener esperanza cuando no la hay es una contradicción. Pero Superman siempre tiene esperanza», nos dice Alice hablando consigo misma en una sala oscura. «El mundo está lleno de contracciones. Son absurdas. Son un asco y te frenan cuando no hay que parar. Hay que seguir corriendo, corriendo, corriendo y corriendo». Supongo que os imagináis cómo terminó esa carrera. Consiguiendo lo imposible y siendo algo contradictorio.

También, en otro momento, un rayo divide a Clark Kent de Superman. Estos mantienen una conversación en un planeta perdido, divagando sobre su existencia. Pero de esta parte me quedo con un detalle de la conversación que representa a la perfección lo que comentaba antes. Superman le dice a Kent que «la esperanza es un mito que motiva a las personas para que hagan lo que no es posible». A lo que Clark replica, «¿Sabes qué, colega? Lo dices casi como si fuera malo».

Superman es una contradicción: el ideal humano en el cuerpo de un dios. Es un personaje que no tiene respuesta para muchas de las preguntas que genera, pero es parte de lo que lo marca, de lo que es, de lo que simboliza. Y que no todo tenga un origen racional no tiene por qué ser algo malo. ¿Por qué dejaría la Tierra sola, donde miles de personas están sufriendo y necesitan ayuda, para salvar a una sola niña?

Tom King y Andy Kubert han creado una oda a lo que este personaje significa y representa. Una historia épica y emotiva, cargada de acción y de pausas. Una historia del pasado, presente y futuro. De un personaje humano y kriptoniano. Una historia para los fans Superman y para aquellos que no lo somos. En definitiva, una pedazo de obra que recomiendo muy —MUY— encarecidamente.

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