Un viaje a la velocidad de la luz por los mejores juegos de Sonic en 3D
Toda gran leyenda tiene sus altibajos. En el mundo del videojuego existen muchos ejemplos de grandes sagas que lograron ser un éxito en su género y que, por circunstancias del destino y de los cambios generacionales, fueron perdiendo presencia mediática hasta acabar como una reliquia que todo el mundo adora y admira. Tal es el caso de sagas como Golden Axe, cuyo pasado es sinónimo de gloria y diversión, pero su futuro quedó empañado por una entrega desarrollada por Secret Level Games para PlayStation 3 y Xbox 360 titulada Golden Axe: Beast Rider. Su ínfima calidad sepultó al juego y a la saga en lo más hondo del mundillo, hoy casi nadie lo recuerda.
Sí, todas las sagas han tenido momentos mejores y otros peores, como también le sucede a las estrellas de Hollywood, a los deportistas de élite o a los cantantes más sonados. Esos altibajos, a fin de cuentas, se convierten en lecciones de vida que ayudan a crecer, a mejorar y a aprender. Eso mismo le sucedió a nuestro erizo favorito, que cerró una etapa de auténtica fortuna con sus primeras entregas para Mega Drive/Genesis y Master System, la generación 2D que lo vio nacer y que lo arropó, para deambular con temor por la dura senda del desierto 3D, cuyas arenas movedizas lograron tragarse a más de una saga.
No se puede negar tampoco que, de alguna forma, el infortunio de lo sucedido con Sega Saturn, la primera consola 3D de Sega (con permiso de 32X), y la dura batalla entre las divisiones japonesas y estadounidenses en plena transición a un mundo tridimensional nuevo y desconocido, socavaron las buenas promesas que los equipos de desarrollo de Sega tenían para su veloz mascota. Más de una decena de proyectos nacieron y cayeron en medio de esta locura empresarial. En el bando contrario, Super Mario reapareció por todo lo alto con Super Mario 64, la obra que elevó aún más la figura de Shigeru Miyamoto, y Crash Bandicoot, videojuego de Naughty Dog para PlayStation cuyo creador, Jason Rubin, tomó como inspiración al propio Sonic para crear el videojuego de este loco marsupial.
Pero en el horizonte se dibujó un rayo de luz que bañó de esperanza el corazón de todos los segueros y segueras: Sonic Adventure. La primera entrega de la mascota de Sega para su flamante consola Dreamcast se lanzó en 1999 rodeada de enorme expectación. La ilusión estaba más que justificada ya que Yuji Naka, una de las grandes figuras del Sonic Team, volvía a Sega con la promesa de poner al erizo más azul y divertido del mundo en el trono de los plataformas. De un proyecto que nació para Sega Saturn, se consiguió una de las entregas más grandes y épicas de la historia de Sonic y del videojuego en general. Sonic Adventure lo tenía todo para triunfar, y no decepcionó ni un ápice.
Desde entonces hasta hoy, Sonic ha protagonizado muchos buenos y malos momentos, buenos y malos videojuegos, y buenas y malas críticas, en su mayoría centradas en resaltar las bondades de su etapa dorada en 2D frente a la 3D. Pero, más allá de tanta crítica y polémica, en muchas ocasiones injustificadas, Sonic ha firmado videojuegos increíbles en su palmarés en las últimas décadas. Y como prueba de ello está este segundo libro, ¡Más allá de la Estela Azul! Sonic The Hedgehog: La Era 3D, donde recogemos toda su reciente trayectoria. Preparaos para sorprenderos con las joyas que nos ha dejado Sonic en su segunda etapa como héroe de Sega y de los videojuegos. Hoy más que nunca, es un gran momento para ser fan de Sega y de Sonic.
¡Bienvenido al apasionante mundo 3D de Sonic! Gritemos bien fuerte: Gotta Go Fast!
Este texto es el capítulo introductorio de Más allá de la estela azul. Sonic the Hedgehog: La Era 3D, publicado por Héroes de Papel