Soy Batman
Si en algún momento, hace años, me hubiesen dicho que alguien me iba a ofrecer escribir el prólogo de un libro que hablase de Bats, de cualquier cosa de Bats, habría dicho que ni de coña, que no creía que el personaje despertase tanto interés en España. Si tiempo después me hubiesen asegurado que haría una prueba para volver a doblar a Christian Bale en la trilogía de Christopher Nolan, tampoco me lo hubiese creído. Y que además me elegirían para el papel… Los habría tildado de locos, soñadores, colgados y no sé qué más.
Pero como el tiempo pone la mayoría de las cosas en su sitio, todo eso pasó y nos encontramos aquí, en esta pequeña introducción sobre Batman, un héroe de videojuego a la que he llegado justo por haberle puesto voz en películas, videojuegos, animación y demás desde aquella prueba de hace años. Qué cosas pasan… Y cuánto me alegro. Qué de alegrías y de vivencias.
Si Batman fue mi héroe de la infancia era porque veía un referente. Lo de ser rico iba a estar jodido, pero lo de aprender lo demás, ¿por qué no? En fin, era joven e incauto. Más de una vez, revisando los cómics, las pelis y los videojuegos, no he podido evitar pensar en que no siempre Bruce ha sido un buen chico, que a veces le han asaltado sentimientos y pensamientos negativos, casi siempre procurados por su antagonista principal, el Joker. Pero, ¿quién es perfecto con dolor? Yo desde luego no.
Sin ahondar en los porqués de su forma de ser, Batman siempre me ha fascinado. Un hombre que se pone una máscara y una capa (con lo incómodo que debe ser eso) y encarna todo aquello que se supone correcto, pero que vive atormentado, está podrido de pasta pero no termina de ser feliz… Maravillosas controversias. Ergo el dinero no lo es todo. Bueno, Joker al menos se ríe…
Antes de que me lo digáis: no, no puedo elegir entre Christian Bale o Ben Affleck a pesar de haber doblado a los dos en las películas de Batman. Ni papá ni mamá. Son dos formas de afrontar el papel; tan diferentes pero tan válidas ambas que no puedo quedarme con una. Los muy comiqueros, sin embargo, apuestan por el Batman de Ben como el más fiel al personaje.
Otra maravillosa coincidencia fue que Warner eligiera al bueno de Ben para el papel y decidieran mantenerme como su actor de doblaje para esta distribuidora en España. Soy un afortunado, lo sé. Aunque también he de reconocer que la diosa Fortuna siempre me ha pillado trabajando duro en cada título en el que participo, no os creáis…
Y del Batman de LEGO poco puedo decir, me enamoró ese personaje tan gamberro, irreverente, capaz de meterse con sus propios fallos y manías, simplemente bestial. Y lo que me he divertido doblándolo no tiene precio.
Respecto a los videojuegos, he de confesar que no soy demasiado jugón por falta de tiempo. Los actores de doblaje/locutores/profesores/padres/emprendedores no gastamos mucho de nuestro escaso tiempo libre delante de las consolas. Pero siempre intento revisar todas las obras en las que he tenido la suerte de participar, para valorar el resultado final, especialmente en los videojuegos. Soy mi peor crítico, no es narcisismo, de verdad.
¿Sabíais que los doblamos sin ver la imagen? Solo con el audio original de referencia, que oímos varias veces para luego calcarlo, o al menos intentarlo, en nuestro idioma con sus pausas, entonaciones, intenciones, gestos, respiraciones, etc. ¿Sorprendente, verdad?
Yo mismo alucino de ver que, en ciertas ocasiones, hasta queda bien y todo. Como siempre, si tuviéramos todo el material a la hora de meternos en sala, se podría hacer aún mejor, esa es mi opinión. Pero como muchísimas veces vamos en paralelo a los desarrolladores originales, en muy escasas ocasiones tenemos ese placer, poder VER las cinemáticas y hacerlo como un doblaje normal, sincronizando con la imagen.
Trabajamos casi a ciegas y eso a veces se nota en el resultado final. Lo siento, con lo que hay hacemos lo que podemos. De todas formas, el acceso de actores de doblaje más reconocidos a los videojuegos es reciente. Los primero títulos contaban con doblajes hechos por gente con poca o nula experiencia, cuyos honorarios eran más económicos, eso sí, y los resultados eran más que cuestionables. Afortunadamente, con el tiempo eso ha ido cambiando.
Una cosa que siempre comento en las charlas, conferencias y clases que doy es que, sobre todo en videojuegos, con la cantidad de pasta que se paga por ellos, hay que demandar calidad en todos los aspectos, entre ellos el de la localización en castellano. Es el momento de usar las redes sociales para, con educación e información, reclamar un producto decente en todos los ámbitos.
Y es el momento también para la industria de dar esa calidad, de innovar en la comunicación, en los contenidos, en cómo llegar al cliente final para mostrarle un producto atractivo, diferente y apetecible. Y si la versión en castellano, con calidad, es un plus como elemento de venta, mejor que mejor, ¿no? Yo creo que hay un camino por escribir ahí muy interesante. ¡Me presento voluntario!
No os voy a entretener más, os animo a adentraros en esta historia que José Luis se ha trabajado con tesón y a que descubráis cosas que no sabíais de nuestro Batman, de nuestro Bruce Wayne; Bruno Díaz para nuestros hermanos de Latinoamérica.
Yo me vuelvo a mis quehaceres habituales. Quién sabe, lo mismo hay algún Batman esperándome a la vuelta de la esquina…
*Prólogo escrito por Claudio Serrano, la voz española de Batman en sus últimas películas y videojuegos. Extraído del libro Batman: Un héroe de videojuego, de José L. Ortega, disponible en tiendas y en heroesdepapel.es*