Satiator: Dando forma a la Sega Saturn definitiva
Aún recuerdo con mucha nostalgia las sesiones de retrogaming de las que nació Ludonomicón: Guía maldita de los videojuegos más extraños. En aquellas divertidísimas (y por momentos duras) partidas a lo más extraño del catálogo de consolas como Dreamcast o Megadrive, en el aire siempre flotaba un deseo que por aquel momento se nos antojaba imposible: explorar las abismos abisales de una de las máquinas más desconocidas para el jugador occidental, una consola para algunos incomprendida y para otros directamente fallida: la Saturn de Sega. Condenada a sobrevivir en momentos de cambios cruciales de la historia del videojuego, esta pieza de hardware no pudo soportar el embiste de la llegada de Sony a la industria, con una flamante y versátil PlayStation que encandiló a toda una generación gracias a sus gráficos poligonales y sus capacidades multimedia. Y es que Sega Saturn fue única en su especie, una máquina concebida para el 2D pero empujada a última hora a adaptarse a las nuevas tendencias, y que daba como resultado un hardware con posibilidades pero obtuso para el desarrollador, maravilloso para lucir sprites pero limitado para los deseados polígonos de mediados de los Noventa. El resultado ya es historia: Sega Saturn solo funcionó en Japón, donde su catálogo gozó de una gran salud con un buen puñado de títulos exclusivos con los que en Europa y Estados Unidos solo podíamos soñar. El paso de los años y el devenir de Sega como fabricante de hardware ha brindado a la Saturn el estatus de consola de culto, reivindicada por los retrogamers más cafeteros como la reina de las 2D, poseedora además de ciertos títulos de una calidad excepcional, algunos de ellos exclusivos de su catálogo.
El misterio y exotismo que rodea a Sega Saturn siempre me ha despertado gran curiosidad, así que en un reciente viaje a Japón me di el capricho de hacerme con una máquina que encontré en el mismo corazón de Akihabara. A mi vuelta, y siendo conocedor de los desorbitados precios de muchos de los juegos más interesantes del sistema, no tardé en ponerme a buscar con alguna solución alternativa para poder disfrutar de esta consola en mi tele de tubo. Fue así como descubrí que existían varias opciones para sustituir el lector de mi Saturn por uno de tarjetas SD, con el que poder conocer el catálogo de la consola sin dejarme un riñón en eBay o Wallapop. Aunque se trataban de soluciones efectivas, no me sentía cómodo eliminando la posibilidad de cargas CDs en la consola, por lo que continué indagando… hasta dar con la respuesta definitiva a mis plegarias: el Satiator del Professor Abrasive.
Tras este nombre, tan original como confuso, se esconde la solución definitiva para aquellos que deseen cargar juegos de Saturn desde una SD sin necesidad de modificar nuestra consola. Pero, ¿cómo funciona Satiator? Su creador y fabricante, apodado como Professor Abrasive, estudió durante años el funcionamiento del puerto trasero con el que cuenta la consola, ideado para alojar los llamados “Video CD Cards”, unos cartuchos que, como su propio nombre indican, permitían reproducir video CDS, así como permitir reproducción de vídeos MPEG-1 de mayor calidad. Este periférico mejoraba la experiencia en juegos FMV (fullmotion video) así como en determinados títulos del sistema como Lunar: Silver Star Story, cuyas cutscenes lucían mucho mejor haciendo uso de un Video CD card. En cualquier caso, este slot pasó desapercibido por los poseedores de Saturn, ya que su uso era realmente residual. El destino querría que este puerto acabase contando con un uso más que atractivo: la carga de juegos a través de una tarjeta SD. Y esto es lo que, tras meses de I+D consiguió hacer realidad Professor Abrassive.
Diminuta genialidad
A primera vista, Satiator sorprende sobremanera. El dispositivo llega empaquetado en una colorida y diminuta caja, del tamaño similar a una baraja de naipes. Satiator está fabricado con un plástico robusto y de aspecto brilli-brilli, y cuenta con una entrada para tarjetas SD y un puerto Micro USB destinado solo para pruebas de producción. El uso de esta pequeña maravilla es de lo más sencillo: basta con hacerse con una tarjeta SD (formateada en FAT o EXFAT), descargar y grabar en la misma el menú de sistema del Satiator y, en caso de que sea necesario, renovar la pila CR2032 de nuestra Sega Saturn, a la que se accede por el mismo puerto trasero, ya que es imprescindible para que Satiator funcione. Una vez hecho todo eso solo nos queda llenar la tarjeta SD de juegos en alguno de los formatos compatibles (ISO o BIN/CUE) y a jugar.
El menú con el que Satiator presenta el listado de juegos solo puede catalogarse de espartano, con aroma a Windows 95 tan añejo como estimulante. No obstante, aquellos que busquen experiencias más estéticas pueden recurrir a proyectos tan interesantes como Rings UI, que añade al menú de Satiator la posibilidad de cargar las portadas de los juegos incluidos en la tarjeta SD.
En lo referente a su aspecto funcional, Satiator cumple con nota. Aunque su creador, Professor Abrasive, confirmó que el dispositivo no funciona con el catálogo completo de Sega Saturn, no he conseguido encontrar ni un solo título mínimamente relevante que no funcione a la perfección y de forma instantánea. Cabe esperar por tanto que no sea compatible con el 100% de los juegos de Saturn, aunque según Professor Abrassive, el proyecto continuará evolucionando a través de nuevos firmwares.
Sega Saturn en en Siglo XXI
Poco, muy poco negativo se puede decir de este Satiator. El principal problema del dispositivo puede ser su abultado precio, unos 245€ al cambio, una cifra que aunque sin duda es alta, se justifica debido a que no es un producto que pueda ser fabricado en masa (prácticamente se realizan bajo pedido). Por otro lado, Satiator es, por motivos evidentes, incompatible con los Video CD Cards, así que sí: si eres ESA persona en el mundo que hace uso de ese periférico de Sega Saturn, lo sentimos: Satiator no es para ti.
Por lo demás, esta invención de Professor Abrassive se postula como la más interesante (y cara) opción para darle una segunda vida a nuestra Sega Saturn. En mi caso particular, su uso junto a uno de los nuevos mandos inalámbricos de la marca Retrobit y un buen cable RGB Scart de fabricación artesanal, me ha proporcionado horas y horas de diversión con una consola a la que pensaba que jamás hincaría el diente.
Unidad de Satiator cedida por Professor Abrasive para la realización de este análisis.
Comentarios (2)
Carlos
4 octubre, 2023 at 12:03 pm
Súper interesante, una pena el precio (desorbitado). A ver si se populariza un poco y baja el precio a algo más asequible. Aunque encontrar una tele de tubo, y sobre todo encontrar espacio para meterla, es complicado a día de hoy.
ricochi
4 octubre, 2023 at 12:05 pm
Hola, ¡Gracias por tu comentario! La verdad es que el precio es altísimo, desde luego… aunque el que quiera cargar juegos desde SD en esta consola sin quitar el lector, no tiene otra opción.
Respecto a lo que comentas de la tele de tubo, en Wallapop hay un montón, y suelen estar bien de precio. Lo del espacio sí que es verdad (aunque como diría la Policía del retro, una de catorce pulgadas siempre cabe, jejeje). En mi caso, tengo una Philips de 28 pulgadas en casa. Eso sí, tuve que comprar un armarito de IKEA y modificarlo yo mismo para poder guardarla :D)
¡Un saludo!