Injection, la última propuesta del terror español

27 junio, 2019Jorge Hijosa Nieto

Cuando analizamos Inglorious ya hablamos de Playstation Talents, un programa de mecenazgo creado por Sony España para contribuir a la financiación de títulos indies. Gracias a esta ayuda ahora nos llega Injection pi23, un survival horror desarrollado por la compañía Abramelin Games que promete hacer las delicias de los más puristas del género. El título se ambienta en el pueblo de Villanueva de Tapia, una localidad real de la provincia de Málaga. Allí nos pondremos a los mandos de un hombre consumido por los desvaríos de su mente. Su única compañía es su perro con el que se encuentra tan unido que, cuando este se escapa, no duda en meterse de lleno en un pueblo arrasado por un misterioso suceso con tal de encontrarle.

El juego está plagado de detalles que recuerdan a los grandes clásicos del género, Resident Evil o Silent Hill, salidos durante la generación de los 32 bits. En Injection no necesitaremos cintas para guardar la partida, pero sí precisaremos de dos objetos con los que poder realizar un ritual que ponga a salvo nuestros avances. A través de esta mecánica los desarrolladores nos empujan a explorar bien el mapa para poder encontrar los materiales requeridos que nos permitan guardar. Además, Villanueva de Tapia está repleta de secretos y coleccionables, como unas notas que nos cuentan lo acontecido en el pueblo antes de que ocurriese ese extraño apocalipsis que ha borrado cualquier señal de vida en él. Según avancemos y vayamos superando pequeños puzles podremos ir entrando en nuevos edificios y ubicaciones que antes teníamos bloqueadas, mecánicas que toma prestadas de estos clásicos en los que se inspira.

Tras un breve tutorial introductorio en el que disfrutaremos de una calma tensa que anticipa la tormenta, comenzará el auténtico terror. Los desarrolladores no han escatimado en golpes de efecto para tratar de asustarnos y el título hace un gran uso del aspecto sonoro para sumergirnos en una atmósfera tensa y paranoide en la que cualquier susurro o crujido nos hará ponernos en guardia. A lo largo de la partida escucharemos crujidos, lamentos, pasos, puertas que se abren solas… recursos que hemos visto en infinidad de películas o videojuegos pero que no por ello pierden efectividad. Por supuesto, también veremos enemigos de diseños variopintos. Algunos de ellos son bastante aterradores mientras que otros caen en la extravagancia del terror japonés y resultan extraños cuando no cómicos. El apartado gráfico es cumplidor sin más, no se hace incómodo en ningún momento pero está muy lejos de destacar más allá de esa estética gore y decadente que impregna a Injection.

Como resulta lógico en un título de estas características, los puzles son una de las mecánicas más importantes para progresar a lo largo de la historia. Algunos de ellos son bastante ingeniosos y nos harán devanarnos los sesos tratando de resolverlos, para lo que contaremos con algunas notas crípticas que ocultan pistas. En otros, por el contrario, no nos quedará más remedio que ir deduciendo e improvisando sobre la marcha.

Uno de los puntos fuertes de este Injection es la gran ambientación que han conseguido, máxime si tenemos en cuenta que el título no es un triple A. El trazado urbano y la forma de las casas recuerdan inexorablemente a los pueblos del sur de la geografía peninsular. También nos encontraremos grafitis, en perfecto castellano, algunos de los cuales nos darán pistas sobre lo que deberemos hacer a continuación.

Abramelin Games ha sabido hacer uso de las posibilidades que ofrece el Dual Shock 4. Podemos utilizar el giroscopio para resolver algunos puzles, los altavoces del mando emiten sonidos que dan más de un susto y las luces led nos indican si hemos sido vistos por algún enemigo. Para vivir la experiencia ideal los desarrolladores nos aconsejan usar auriculares y jugar en la oscuridad, pero eso ya queda a la elección de aquellos que sean, o se sientan, más osados.

Una de las cosas que más me llamaron –para bien– la atención fue el original uso de la cámara. Los desarrolladores no se han quedado cortos y han ofrecido opciones para todos los gustos, y lo mejor es que todas funcionan bastante bien. Podremos escoger entre una cámara libre como la de cualquier juego de aventuras, una cámara fija como la del primer Resident Evil, otra que se coloca detrás del hombro del personaje al estilo de la de Resident Evil 4, u optar por una cámara en primera persona, perspectiva que parece haberse convertido en estándar de los survival horror contemporáneos.

Si bien el título alcanza muy buen nivel en aquello que se pretende, homenajear a los clásicos del terror y ofrecer una experiencia atractiva para los amantes del género, podemos encontrar algunos puntos más flojos. El control no está todo lo pulido que debería. El personaje se siente un poco tanque y en ocasiones resulta incómodo realizar ciertas acciones con el botón que tienen asignado. No es extremadamente grave, pero es un control que se siente desfasado y no se ajusta a los cánones de lo que podríamos esperar en el año 2019. Por otro lado, en algunos puzles tendremos que echar más imaginación de la que debiéramos.

En resumen, Injection es un título que hará las delicias de todos aquellos que crecieron jugando a títulos como Silent Hill o los primeros Resident Evil, pero que, sin embargo, puede echar para atrás a los neófitos del género debido a la dificultad de algunas de sus mecánicas más clásicas. Aquí destaco sobre todo el hecho de no poder guardar cuando se quiera, algo que, si bien potencia la exploración, puede ser molesto, sobre todo si termina causando la pérdida del avance. Podría haber estado bien una opción para que los jugadores pudieran elegir si quieren guardar libremente o no, algo similar a lo que ya hizo el remake de Resident Evil 2 con su modo difícil, aunque hay que reconocer que es una elección de diseño bastante valiente por parte de los desarrolladores.

Injection es la primera parte de una saga que está proyectada como una trilogía. El título promete bastantes horas de duración y sus creadores estimaron en unas 60 horas las necesarias para conseguir el platino debido a la gran cantidad de secretos que oculta. Actualmente solo está disponible en PS4, aunque se espera su llegada a lo largo del próximo año al resto de plataformas.

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