Another Code – Recollection: Un toque de nostalgia
Aún recuerdo cómo me atrapó Nintendo DS cuando, hace ya casi veinte años, cayó en mis manos. La exitosa, y por aquel entonces revolucionara videoconsola portátil de Nintendo me cautivó por lo atrevido de sus líneas y su propuesta, así como su alucinante doble pantalla… pero lo que me acabó enamorando fue su insondable catálogo. El histórico nivel de ventas de Nintendo DS propició que las tiendas de videojuegos se llenaran de todo tipo de títulos de lo más variopinto, destinados a satisfacer todo tipo de gustos.
De entre las muchas propuestas que se podían encontrar a disposición del jugador, recuerdo con especial cariño aquellas que estaba concebidas para aprovechar al máximo las características únicas de Nintendo DS, tales como la doble pantalla, el control táctil o el micrófono. Juegos como Project Rub o Wario Ware: Touched! resultan inolvidables por su divertidísimo y original esquema de controles. Como no podía ser de otra manera, la portátil de Nintendo propició la vuelta de géneros relegados en aquella época al PC, y que contaban con legiones de seguidores: las aventuras gráficas y las visual novels. La extinta desarrolladora nipona Cing marcó época con dos obras enmarcadas en mayor o menor medida dentro de dichos géneros: La aventura de corte noir Hotel Dusk y, Another Code, cuyo remake he podido disfrutar recientemente en Nintendo Switch.
De vuelta a la mansión Edward
El anuncio de la existencia de Another Code: Recollection me llenó de emoción en su momento: la posibilidad de volver a disfrutar de la aventura de Ashley Mizuki Robins en una pantalla de mayor tamaño y con gráficos renovados me resultaba muy atractiva. Además, en el pasado no tuve la oportunidad de jugar a la secuela que Cing lanzó para Wii, Another Code: R. Este juego seguía la estela de su predecesor aprovechando las características exclusivas del Wiimote en una aventura más larga y ambiciosa que Two Memories, y que sin embargo no gozó, ni mucho menos, del éxito de este. Nintendo ha decidido presentar ambos títulos casi como si fuesen uno solo: para poder jugar a Another Code: R debes superar primero Two Memories, dando comienzo a la secuela justo al terminar este. Aunque esta decisión puede que no sea plato de buen gusto para algunos, me parece muy acertada, ya que ambos títulos están separados por una elipsis temporal no muy amplia y así el conjunto goza de mayor unidad.
La experiencia de comenzar una partida a Another Code: Recollection cambia drásticamente dependiendo de si en su momento jugaste a los títulos originales o si llegas a la saga por primera vez. Si bien es cierto que el lavado de cara gráfico y las decisiones de diseño traen a la franquicia a la era del HD con sumo buen gusto, es posible que los que controlamos a Ashley hace ya casi dos décadas echemos de menos la disposición en dos pantallas, que mostraba los detalles en la superior y a la protagonista y su entorno desde una perspectiva cenital, muy cómoda para dar uso a los controles táctiles. No obstante, Nintendo ha realizado un trabajo excelso adaptando personajes y localizaciones a la potencia gráfica de Nintendo Switch: los estupendos diseños originales de Cing lucen mejor que nunca, y es una gozada poder controlar a la protagonista en tercera persona a través de los diversos escenarios de la aventura… aunque por momentos Ashley se mueva de forma algo tosca y la construcción de los escenarios pueda ser, en ocasiones, algo farragosa.
Sin tocar no es lo mismo…
Another Code: Recollection sigue a pie juntillas el esquema jugable de los títulos en los que se basa: aventuras en tono misterioso en las que largas conversaciones y una variedad de puzles componen el grueso de la partida. Es en este punto donde Nintendo se ha debido enfrentar al mayor reto a la hora de abordar este remake: adaptar los rompecabezas a unos controles tradicionales, alejados del concepto táctil de Nintendo DS y del movimiento de Wii, conceptos revolucionarios en su momento pero que se alejan del actual concepto de Nintendo Switch. El intento del equipo encargado de Recollection es más que encomiable, pero el resultado no es ni mucho menos suficiente. Por un lado, el jugador que venga de los originales encontrará que los puzles que recordaba con tanto cariño han perdido gran parte de su encanto al prescindir de controles que hace décadas nos volaron la cabeza: mecánicas como girar objetos o buscar pistas pierden mucha, mucha gracia sin un stylus o un Wiimote entre las manos. En cuanto a aquellos jugadores que se acerquen por primera vez a Another Code, y que por lo tanto no cuenten con el motor de la nostalgia, encontrarán acertijos bastante simples y rígidos en su mayoría, cuya resolución pasa por seguir los pasos que el juego dictamine incluso en aquellas ocasiones en los que la lógica dictamine otra cosa.
Dejando de lado el asunto de los puzles, cuyo disfrute es algo al fin y al cabo algo que va a depender mucho del background del jugador, volver a vivir las aventuras de Ashley Mizuki Robins a los mandos de una Switch ha resultado una experiencia de lo más gratificante. El trabajo a nivel gráfico y artístico es notable, y la historia que acontece en el título original y su secuela es muy divertida e intrigante… a pesar de los años, no ha perdido un ápice de calidad. Por lo tanto, Another Code: Recollection supone una experiencia más que recomendable para aquellos que ya lo disfrutaron en Nintendo DS y Wii, y también para cualquier jugador al que le apetezca una aventura tranquila y cargada de diálogos interesantes, con puzles más o menos inspirados pero lo suficientemente atractivos como para mantenernos unas cuantas horas pegados a la consola.