Pang Adventures: La burbuja de la nostalgia

4 febrero, 2019Ricardo Martínez Cantudo

Ah… Super Pang. ¿Quién se puede olvidar de esa fantasía arcade tan de los noventa? Al famoso dúo de hermanos que viajaba alrededor del mundo explotando burbujas hizo que ríos de monedas corriesen del bolsillo de miles de jovencitos confusos al insaciable vientre del mueble recreativo de turno, gracias a su irresistible carisma artístico y a una mecánica a prueba de bombas. Aunque sin duda fue Super Pang el título con el que la saga alcanzaría su mayor gloria, la obra del estudio nipón Mitchell Corporation se compone de un puñado de títulos de mayor y menor calado, desde el más que aceptable primer Pang, de finales de los ochenta, hasta el indescriptible Pang! 3, pasando por experimentos poco fortuitos, como es el caso de Magical Michael: Pang.

La franquicia se tomó un largo (y necesario) descanso hasta que en 2016 la rescatara DotEmu, desarrolladora que se ha ganado un nombre en la industria a base de resucitar títulos que parecían irremediablemente muertos, como Streets of Rage o Neo Turf Masters, entre otros. Su reciente llegada a Switch ha despertado mi curiosidad por esta vuelta a las consolas de los hermanos Pang. ¿Habrá aguantado esta singular mecánica explota-burbujas el paso de los años?

La alucinógena historia de Pang Adventures lleva al jugador a defender la tierra de la clásica invasión alienígena que, no preguntéis por qué, decide atacar nuestro planeta a base de burbujas que rebotan sembrando el caos y la destrucción. Ejem, pues eso. Un pretexto argumental sin pretensión alguna que sirve para situar al dúo protagonista en un total de 99 niveles a lo largo de las ya clásicas localizaciones a lo largo del globo, que destacan por una asombrosa variedad en su diseño, y que por primera vez cuentan con nada menos que final bosses trufados mundos. Los elementos clásicos de la célebre franquicia de Capcom están presentes en Pang Adventures, desde las armas más típicas de la saga, como la metralleta, hasta los animalitos que ayudan (o entorpecen) en nuestra misión de despejar la pantalla de bolitas. Por supuesto, Dotemu ha diseñado nuevo armamento para los dos héroes protagonistas, así como nuevo personajes con singulares características que sorprenderán al jugador a lo largo de la partida. De entre todas estas novedades, destaca sin duda los nuevos tipos de burbujas que la desarrolladora ha ideado para Pang Adventures: algunas de ellas, como las que cuentan con una cuenta atrás, obligan a tomar una estrategia determinada a la hora de superar esos niveles: otras, como las eléctricas, ponen a prueba nuestros reflejos de forma muy, pero que muy exigente.

Y es que Dotemu no se ha cortado un pelo a la hora de dotar a Pang Adventures de una curva de dificultad a la altura de los títulos clásicos de la saga. Aunque a priori parezca que los 99 niveles del modo Tour puedan durar poco, desde luego no es sencillo superarlos en el primer intento… olviden las concesiones al jugador más novato: Pang Adventures es, como mínimo, tan exigente como sus predecesores. Aparte del modo principal del juego, el jugador podrá disfrutar también del célebre modo Pánico, en el que los niveles se suceden sin descanso y con un aumento progresivo de la dificultad. No obstante, el auténtico reto del juego reside en el modo Puntos, en el que hay que superar los 99 niveles del Tour Mundial haciendo uso únicamente de tres vidas extra, solo disponible tras superar por completos los otros dos modos.

Pocos peros se le pueden poner a esta más que correcta revisión del concepto «Pang». Aunque se trata de una percepción totalmente personal, no es santo de mi devoción ese estilo a lo juego flash con el que Dotemu ha concebido el juego. Un apartado artístico más cercano al adorable pixelado Kawaii de Super Pang hubiera resultado todo un acierto y un guiño a los fans veteranos de la saga. Por otro lado, se echa en falta un modo multijugador online con el que poder reventar burbujas con amigos a través de Internet. Por último, tratándose de un juego de consola, no hubiera estado de más una mayor cantidad de modos y opciones que alargaran la vida útil del título.

En cualquier caso, Dotemu ha conseguido traer de vuelta a los hermanos Pang sin hacer pupa al fan nostálgico, en una revisión de lo más interesante, que sabe mantener el espíritu de la franquicia incorporando lo justo para que no sepa a lo mismo de siempre. Recomendado especialmente para aquellos que recuerden con añoranza cuando los juegos eran mucho más puñeteros.

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