Los 22 juegos de lucha de la Nintendo 64 (II)
Retomamos el repaso cronológico de esos 22 juegos que trasladaron los combates versus y los combos a la Nintendo 64 con un segundo repaso en el que por fin tocaremos el juego de lucha por excelencia de esta consola y que ha dado paso a una saga que actualmente se encuentra en un alto nivel de forma: ¡Super Smash Bros!
Dual Heroes (Produce, 1997)
Si uno piensa en las mejores títulos de lucha versus sacará la conclusión de que la mayoría han sido desarrollados en Japón, por lo que todo juego de este género proveniente del país del sol naciente parte con la etiqueta de que no será un mal título. Pues Dual Heroes es la excepción, no en vano la revista australiana Nintendo Gamer lo tildo de “peor juego posible”.
Se trata de un juego inspirado en el género tokusatsu de super héroes (Power Rangers o VR Troopers) con unos gráficos más propios de Super Nintendo que de Nintendo 64. Asimismo, cuenta con una jugabilidad muy discreta aquejada de una lentitud en la ejecución de un catálogo de movimientos demasiado escaso y de un nivel de dificultad demasiado sencillo.
Flying Dragon (Culture Brain, 1997) // S.D. Hiryu no Ken Densetsu (Culture Brain, 1999)
Realmente Flying Dragon es dos juegos en uno dado que más allá de la modalidad de lucha versus tiene otra forma de juego de lucha con elementos RPG, el Quest Mode, donde el objetivo es lograr ítems que mejoran las habilidades de cada personaje para hacerlo más poderoso en el combate.
Como juego de lucha, Flying Dragon está bastante influenciado de Virtua Fighters si bien tiene mayor dinamismo además de profundidad a la hora de encadenar combos, unos detalles que hace que crezca en jugabilidad logrando ser uno de los mejores juegos de lucha para Nintendo 64. Cabe destacar, asimismo, sus alegres melodías y la estética chibi (como haría Capcom en Super Gem Fighter: Mini Mix) de sus personajes. En 1999, Culture Brain sacaría su secuela, S.D. Hiryu no Ken Densetsu, en la que se profundiza aún más en el Quest Mode, y que sólo saldría a la venta en Japón con pocas copias lo que lo convierte en un juego raro de conseguir.
Fighters Destiny (Genki, 1998) // Fighters Destiny 2 (Genki, 1999)
Una de las opciones más interesantes dentro de los juegos de lucha de Nintendo 64 por su sistema de juego. A diferencia de la gran mayoría de juegos, Fighters Destiny no se apoya en el medidor de salud de cada contrincante sino de un sistema de puntos similar al que se usa en los campeonatos oficiales de artes marciales, circunstancia que gustó mucho a la crítica de la época.
Fighters Destiny cuenta con personajes sumamente originales como el guerrero español León, el payaso francés Pierre o Ushi, una vaca luchadora de Hokkaido. Los gráficos no son nada del otro mundo con la pega que los escenarios están poco cuidados y en ellos abundan el «efecto niebla» (por ejemplo en el escenario de León sale en segundo plano un acueducto romano, se supone que el de Segovia, y el resto del fondo está difuminado). Al año siguiente de su lanzamiento, Genki sacó al mercado una secuela con nuevos personajes y con mejoras gráficas y de dinamismo (tras un aumento a 60 frames por segundo).
G.A.S.P.!! Fighter’s NEXTream (Konami, 1998)
G.A.S.P. es un título de lucha que como muchos otros bebe de Virtua Fighter y Tekken y tiene un diseño de personajes de marcado estilo anime. El punto fuerte de este título es la posibilidad de editar a nuestro antojo a los personajes y guardarlos en la Memory Paks.
Sin embargo, los gráficos para salir del paso con un texturizado algo tosco, el difícil manejo de los controles, el sistema de combos pobre y la escasa dificultad hacen de este juego una de las peores producciones de Konami hasta la fecha.
Bio F.R.E.A.K.S. (Midway, 1998)
Otro título con el sello característico de Midway: la violencia. Bio F.R.E.A.K.S. es un juego de corte futurista cuyos luchadores son o bien cyborgs o bien seres con extremidades biónicas que pueden ser amputadas.
Por lo demás se trata de un juego muy correcto y balanceado con un aprobado en todas las facetas: jugabilidad, gráficos, sonido y estética. También salió para PlayStation One con un acabado gráfico inferior al desplegado en la versión para Nintendo 64.
Super Robot Spirit (Banpresto, 1998)
Super Robot Spirit se trata de un crossover que cuenta con varios robots de los más populares animes de mecha como Gundam, Dancouga o Aura Batter Dunbine los cuales combaten entre sí. Lo que caracteriza a este título del resto de juegos de lucha de Nintendo 64 es la posibilidad de combatir tanto en tierra como en el aíre.
Un acabado gráfico discreto y una lentitud en los movimientos son los puntos débiles de este juego que, como buen título de «mechas», sólo salió a la venta en el mercado japonés donde tuvo una buena acogida.
Rakuga Kids (Konami, 1998)
Un título bastante original basado en garabatos, de un estilo que recuerda mucho a PaRappa the Rapper, al cual más pintoresco que luchan entre sí. Gráficamente es un juego que con el tiempo ha envejecido mal pero su colorido y su corte infantil pero desenfadado lo convierten en un juego bastante divertido.
Por lo demás, el juego no resulta muy profundo quedándose en un título para los más pequeños pero con detalles gamberros, que cuenta con siete personajes (nueve si contamos los dos jefes finales) y que usa el sistema de seis botones que patentó Street Fighter II: The World Warrior.
Super Smash Bros. (HAL-Nintendo 1999)
Qué decir de este juego que ha iniciado una saga que dura hasta nuestros días y cada vez va a más y que es uno de los títulos más representativo de Nintendo 64. Y es que un juego de lucha tipo crossover juntando a los personajes de las principales sagas de Nintendo es una idea tan buena que choca el hecho de que no se lo hubiera ocurrido antes a la gran N.
El gran punto fuerte de este Super Smash Bros. y el de sus secuelas es el modo de multijugador. El modo historia es una opción aceptable con una dificultad gradual y unos escenarios geniales que sirve para matar el rato, sin embargo, el verdadero disfrute está en el modo versus en el que puedes jugar contra otros tres amigos en un auténtico «battle royale».
Tranformers: Beast Wars Transmetal (Takara, 1999)
Viendo el éxito que tuvo Super Robot Spirit en tierras niponas Takara quiso aprovechar ese tirón y para ello lanzó este Tranformers: Beast Wars Transmetal basado en Transformers: Beast Wars, una serie hecha en Japón sobre los famosos robots de Hasbro. Pero no obtuvieron resultados positivos ya que el juego satisfizo únicamente las expectativas de los seguidores acérrimos de los Transformers.
El juego salió en el mercado japonés y el norteamericano teniendo cada versión su peculiaridad. Si en Japón ese juego se podía conectar mediante Transfer Pak al juego Kettō Transformers Beast Wars: Beast Senshi Saikyō Ketteisen de Game Boy Color, al otro lado del Atlántico el juego, en los primeros meses de su lanzamiento, sólo podía alquilarse en los videoclubs de la cadena Blockbuster. Por lo demás estamos ante un título en el que los luchadores pueden adoptar dos formas de combate (robot o criatura) y que es lastrado por una baja dificultad. La versión de PSOne de este juego cuenta con mejores gráficos y muchos más personajes.
Xena: Warrior Princess: The Talisman of Fate (Titus, 1999)
Este título fue desarrollado por Titus, la empresa británica que hizo el tristemente famoso Superman 64, si bien, por fortuna, el juego de Xena no cuenta con los horrendos bugs del juego del superhéroe con capa.
Aún así, la adaptación de las aventuras de Xena, la princesa guerrera, al mundo de los videojuegos de lucha es un poco mediocre. La diversidad de personajes a elegir y su decente modo multijugador no pueden hacer frente a defectos como gráficos pobres y mal texturizados y problemas a la hora de controlar los movimientos y ejecutar cadenas de combos.
Tom and Jerry in Fists of Furry (VIS, 2000)
Un juego que cumple, sin grandes alardes, con su objetivo: evocar la mítica serie de Tom y Jerry y ofrecer momentos divertidos. Tom and Jerry in Fists of Furry es un juego en el que empezamos con el gato Tom o el ratón Jerry y paulatinamente vamos desbloqueando el resto de personajes, quienes se baten, a puñetazo limpio o mediante el lanzamiento de objetos tales como sillas, tarros y hasta tomates, en escenarios inspirados en la serie.
Con una clara inspiración a Power Stone, juego de Capcom desarrollado para Dreamcast, este título hubiera tenido mayor aceptación si hubiera contemplado una modalidad multijugador para cuatro jugadores.
The Powerpuff Girls: Chemical X-Traction (VIS, 2001)
Un título lanzado en Norteamérica cuando la Nintendo 64 entonaba ya su canto del cisne. The Powerpuff Girls: Chemical X-Traction es un juego con una mecánica similar a la de Tom and Jerry in Fists of Furry pero con peores gráficos y una dificultad pasmosamente fácil pensada en los más pequeños de la casa.
El juego cuenta con un modo versus y un modo historia. En este último, para desbloquear el enfrentamiento con el villano final tienes que batir a los rivales anteriores con cada una de las supernenas: Pétalo, Burbuja y Cactus. La versión para PlayStation One sí salió en el mercado europeo.