Bienvenidos al futuro
Si algo puede medir la calidad de un autor de ciencia ficción es, sin duda, su capacidad para especular sobre el futuro y sus neurosis asociadas. Atendiendo a este criterio, Philip K. Dick podría ser uno de los mejores autores de este género de la historia. Por ese motivo, cuando Ana nos invitó a escribir este prólogo, aceptamos de inmediato.
Aunque Dick no fuera brillante en los aspectos formales de sus obras, especialmente las novelas, era capaz de plasmar a la perfección la idiosincrasia del futuro que él imaginaba para la humanidad.
La Tierra convertida en un lugar inhóspito y tóxico para los humanos, la sociedad de consumo que llena el planeta de basura inútil, la pérdida de la empatía hasta el punto de que la sociedad se ve obligada a instaurar prácticas que la estimulen, el conflicto de identidad al encontrar formas de vida (y de vivir) alternativas, la llegada al poder de megalómanos que nos abocan a repetir la historia… Definitivamente, si Philip K. Dick viera la realidad que vivimos en el 2019, creería más que nunca que la humanidad está sumida en una oscuridad que nos lleva a cometer una y otra vez los mismos errores.
Sueñan los androides con ovejas eléctricas muestra todos estos temas de manera desalentadora y, en ocasiones, delirante. Pero eso es parte del encanto de la obra de Dick, el hecho de que la realidad de sus personajes es tan endeble y frágil como lo era la del propio autor.
No vamos a entrar en hacer un análisis de la obra para no adelantaros nada del ensayo que tenéis en las manos. Pero os podemos decir que Ana ha hecho un gran trabajo para diseccionar y analizar todos los aspectos cruciales tanto de la novela como de su famosísima adaptación al cine, Blade Runner.
Porque es de la película de lo que va a hablaros, de una cinta que se ha convertido en una obra de culto y que ha supuesto un punto de inflexión en la historia del cine de ciencia ficción. Sus personajes son extraordinarios, su montaje, convulso (siete versiones podemos encontrar todavía, aunque se considera que el montaje «definitivo» es el más reciente del 2007), y a nivel visual es una obra de arte.
Os espera un viaje fascinante, no solo por la obra de Dick y la de Scott, también por toda la producción artística que se generó a partir de ellas. Así que disfrutad y adentraos en el mundo de Blade Runner.
Concepción Perea y Jordi Noguera.
*Prólogo extraído del libro Más allá de Orión, disponible en tiendas y en heroesdepapel.es*