Una de las primeras cosas que se deciden al comenzar el desarrollo de un videojuego es, sin lugar a dudas, la dificultad. Forma parte intrínseca de la obra que vamos a llevar a cabo: de hecho va a ser la base. ¿Tendrán los jugadores que aprender complejos patrones de movimiento? ¿Tendrán que resolver puzles? ¿Cómo…