El mundo real y el de los videojuegos parecen, en muchas ocasiones, ser cosas totalmente diferentes; antagónicas incluso. Mientras la vida fuera de las pantallas es dura, competitiva y no perdona los errores; los juegos nos obsequian con varias oportunidades, están diseñados para hacer que nos evadamos y generalmente siempre hay forma de enmendar aquello…