Oscuridad y apocalipsis: ‘Shin Megami Tensei III Nocturne HD Remaster’
La globalización ha tardado. Quizás lo único bueno que haya tenido el conectar a todo el mundo en una red indisoluble, encadenarnos con Internet y borrar las fronteras —al tiempo que se implantan otras—, sea la posibilidad de disfrutar de las obras culturales de lejanos reinos de los que apenas sabemos nada. Y el paradigma de esto tiene que ser, por fuerza, Japón.
Grandes sagas de videojuegos han tardado en transgredir sus fronteras. De entre estas —podemos mencionar Yakuza o Mother— una de las más interesantes es Shin Megami Tensei. Una saga de JRPG que ha tenido su propio spin-off —la subsaga Persona—, que se arriesgó a salir del país del sol naciente y se han atrevido a adentrarse en occidente y probar suerte. Atlus le dio el beneplácito de tantear con una traducción al castellano en Persona 5 Royal, y su buen resultado en occidente le ha valido a la saga principal el lanzamiento de una sonda. Se trata de la reedición en formato HD para consolas actuales de Shin Megami Tensei III Nocturne. Un lanzamiento original de los tiempos de PlayStation 2 y que nos llega ahora traducido a la lengua de Cervantes.
El resultado es una delicia, aunque quizás le cueste salir más del nicho.
Hablemos de Shin Megami Tensei III.
En realidad, muchos fans del JRPG hemos jugado a algo de la saga Shin Megami Tensei. Ha habido lanzamientos tímidos en PlayStation, sin traducciones. En PC hemos tenido conatos. Los tiempos dorados de PSP nos permitieron volver a jugar las primeras entregas y un tercer capítulo que, igual que sucedió con el celebrado Persona 5, entraba por los ojos gracias a un diseño gráfico magnífico y un dibujo estilo manga sobresaliente. Pero el paso de la saga siempre ha sido de puntillas: parece ser que sus distribuidores desconfiaron de la capacidad de occidente de absorber las locuras de una saga oscura, de jugabilidad clásica, de raíces fuertemente ancladas en las tradiciones niponas.
Nada más lejos, según lo visto.
Si Persona 5 —por establecer una comparativa con un lanzamiento similar reciente— era colorido, alocado, juvenil y frenético, Shin Megami Tensei III representa bien lo que ofrece la saga principal: es un juego oscuro, con momentos casi de terror, extraño y con cierta dificultad. Un juego que no hace gala de los mismo fuegos artificiales que el citado spin-off, sino que es un incendio lento y constante que va creciendo poco a poco hasta arrasarlo todo.
Shin Megami Tensei III Nocturne HD Remaster comienza con el fin de Tokio. Un hospital, sucesos extraños, un apocalipsis y la transformación del protagonista en demonio para lanzarse a una ciudad postapocalíptica y encontrar a nuestros amigos humanos. Hasta aquí puedo leer sin entrar a deslavazar el guion a aquellos que no lo han jugado.
Podemos establecer la diferencia de tonos —oscuro y extraño para Shin Megami Tensei, alocado y lleno de acción para Persona— en el mismo inicio del juego. Un hospital, anticlimático y tétrico escenario para dar comienzo —no tan obvio en su propuesta como un cementerio; este es un inicio que da mal rollo de forma genuina, original—, una revista que habla de sectas satánicas, un sótano que recorrer —y en el que encontrarnos escenarios de pesadilla como si tal cosa—. Se establece así el tono que va a marcar un juego definitivamente oscuro, donde incluso su diseño artístico y el diseño de niveles van a incidir en esto. Los interiores de los escenarios serán libremente transitables, pero por el mapa nos moveremos con una poco atractiva interfaz en que el personaje es una flecha y recorre un mapa poco detallado. Es un juego de hace casi veinte años, recuerden. Los combates siguen siendo por turnos y los enemigos son reconocibles por los fans de la saga, o quienes hayan jugado recientemente a Persona 5 o Persona 5 Strikers —¡nos encontramos con la clásica Pixie desde el primer momento!—. A los demonios rivales podremos vencerlos o convencerlos de unirse a nuestra lucha. Para ello podremos hablarles o hacer uso de las habilidades de otros demonios que ya estén en nuestro equipo —como Seducir, Manipular, etc—. Este sistema permite construir una suerte de ejército que podremos desarrollar, llevar en nuestro equipo o en la reserva, y establecer estrategias interesantes para los combates contra los grandes jefazos a los que no podremos convencer de nada más que a torta limpia.
Es un título algo difícil, al menos en mi experiencia. Los combates pueden llegar a ser bastante duros, los elementos de curación escasos y los escenarios largos entre puntos de guardado. Además, hay que sumarle la cantidad de combates que tendremos que sufrir. Claro, venimos de la época del RPG más duro, del combate aleatorio, y el sistema de combates al azar se vuelve farragoso y repetitivo, poniendo a prueba la paciencia del jugador en muchas ocasiones. Por suerte, una de las novedades de esta remasterización es la dificultad «piadosa», que aligera bastante la cantidad de peleas y la duración de estas. La escasez de recursos obligarán a pasarnos la mayoría a base de fuerza bruta y no haciendo uso de las interesantes habilidades de los demonios, que serán un bien preciado.
Claro, enfrentarse hoy día a este tipo de diseño puede resultar difícil. Estamos demasiado acostumbrados ya al ritmo que tienen hoy día los videojuegos, y Shin Megami Tensei III HD Remaster se lanza casi al mismo tiempo que verdaderos juegos frenéticos como Returnal y a la sombra del no tan lejano Persona 5 Strikers, que cambia el sistema por turnos por una acción trepidante. Pero también es verdad que resulta injusto comparar un juego de hace veinte año con lo que se lanza hoy día, y el valor de un relanzamiento es la vigencia del mismo, no la actualización. Para eso tenemos los remakes.
Este fue el título que abrió la puerta para que la saga empezara a conocerse en occidente, y por tanto jugarlo ahora en castellano y con un lavado de cara técnico es, al mismo tiempo, un ejercicio de nostalgia y un justo descubrimiento para los que no lo jugamos en su momento. Gráficamente aguanta el tirón de verse lanzado en PlayStation 4, PC y Nintendo Switch —siendo la de PlayStation 4 la versión que he jugado—. Sin embargo, las cinemáticas vienen en un formato de pantalla no reescalado con horribles bandas de difusión a los lados y el sonido deja bastante que desear. Parece que se han centrado en mejorar las texturas, limar dientes de sierra y darle un acabado más vistoso, pero algunos detalles o no se ha podido o no se ha querido volver sobre ellos. También queda el feo detalle de convertir el DLC de Dante —personaje de Devil May Cry que supuso el reclamo en occidente para hacerse con este desconocido juego— en un producto de pago. Algo bastante feo aunque Shin Megami Tensei III HD Remaster se lance a precio reducido.
A medida que su historia avanza se vuelve más tétrica, pero tiene sus momentos alocados, un descargo, sino cómico, sí algo absurdo que se agradece. El mapa está poblado de almas o fantasmas que nos van dando pistas de las misiones, o nos darán objetos o nos curarán. Los escenarios pecan de ser algo «pasilleros» y sencillos, aunque se complementan con algunos secretos con los que nos iremos topando, pero que aportan poco al conjunto del guion. La historia es más lineal de lo que acostumbran los JRPG, lo que hace que el lore quede algo escueto al principio, aunque el backtracking y el farmeo harán lo suyo con nuestra percepción del mundo. Como el guion avanza de forma más pausada de lo que acostumbramos si pensamos en la saga Persona, el ritmo de Shin Megami Tensei III puede resultar muy de la vieja escuela para algunos jugadores. Tal y como estamos acostumbrados últimamente, con tanto remaster, relanzamientos y demás, deberemos echarle paciencia hasta que realmente arranque y nos veamos inmersos en su locura.
En cuanto a los complementos, que ya hemos ido adelantando, bastará decir que la nueva dificultad, que se puede cambiar desde el menú de juego en todo momento, se agradece en ocasiones. Gráficamente se desenvuelve muy bien, aunque el sonido deja algo que desear. Las mecánicas han envejecido muy bien, con un combate por turnos clásicos pero decididamente adelantado a su tiempo, un sistema de fusión de demonios y colección de estos que dan la sensación de estar jugando una oscura y retorcida versión de Pokémon, hasta el punto que coleccionar los demonios se convierte en una mecánica más.
Shin Megami Tensei III HD Remaster vive una nueva vida, un relanzamiento interesante y una oportunidad de descubrir una saga que tiene mucho que aportar. Resulta algo más árido y lento que sus hermanos pequeños a los que hemos podido jugar recientemente, pero al mismo tiempo tiene el valor de tratarse de algo lleno de originalidad, una pieza en base a la cual se componen las demás. Un guion lleno de oscuridad, grandes momentos y un mundo rico lleno de peligros. Es como encontrarse con un viejo conocido, ya que todos los elementos de Persona están ahí, pero de una forma distinta a como los conocemos. Un gran acierto que llegue ahora traducido —y muy bien— al castellano, abriendo la puerta a que muchos más jugadores lo descubran. Un lanzamiento que convierte el verano en algo mucho más frío de lo que suele ser. Y para bien.