De regreso a Silent Hill
«En mis sueños inquietos veo esa ciudad. Silent Hill. Prometiste volver a llevarme allí algún día. Pero nunca lo hiciste.»
Hay lugares a los que uno vuelve sin querer. Calles envueltas en niebla, sonidos que reverberan en la distancia, figuras que se desdibujan al girar una esquina. Silent Hill no es solo un escenario en un videojuego: es un estado mental, una herida abierta, un reflejo de todo aquello que no queremos mirar de frente.
Desde su primera aparición a finales de los años noventa, la saga Silent Hill se ha convertido en uno de los pilares fundamentales del terror psicológico en el videojuego. Su atmósfera opresiva, su narrativa ambigua y su constante diálogo con el trauma y la culpa marcaron a toda una generación de jugadores, y continúan inspirando nuevas lecturas décadas después.
En ‘La ciudad doliente: Bienvenidos a Silent Hill’, el escritor Sergio Lifante —conocido como Quetzal— nos guía por los entresijos de la ciudad más inquietante de la historia del videojuego. El libro traza un recorrido minucioso por las entregas más icónicas de la saga, desentrañando sus símbolos, su imaginería, sus referencias culturales y filosóficas, así como la historia de los creadores que dieron forma a este universo único.
Más que una guía, La ciudad doliente es una reflexión sobre cómo el videojuego puede convertirse en vehículo de emociones complejas, de miedos íntimos y de preguntas sin respuesta. ¿Qué nos dice Silent Hill de nosotros mismos? ¿Por qué nos atrae volver a sus calles vacías, a sus hospitales abandonados, a sus monstruos que son más humanos de lo que parecen?
Tras el éxito de sus anteriores tiradas, vuelve a estar disponible la tercera edición revisada y actualizada de este título imprescindible. Una edición cuidada, pensada tanto para quienes se enfrentan por primera vez al horror de Silent Hill como para quienes lo llevan tatuado en la memoria.
Porque hay libros que no solo se leen: se habitan. Y La ciudad doliente es uno de ellos.