Battle Chasers: un espectacular viaje gráfico
Después de muchísima espera ha salido Ruined King, el juego basado en el universo de League of Legends, y que, para mi desgracia, aún no he podido jugar. Así que, para quitarme un poco el mono, he vuelto a jugar a Battle Chasers: Nightwar, el anterior juego de Airship Syndicate, que comparte muchísimas similitudes a nivel jugable con su último lanzamiento. Pero este juego tiene una peculiaridad, algo que lo hace único y muy interesante: es la continuación directa de un cómic.
Era el año 1997 y Joe Madureira estaba en la cresta de la ola de su carrera. Llevaba tres años triunfando en Marvel dibujando La Imposible Patrulla X y su éxito era indiscutible. Aprovechando el momentum, Madureira decide dejar Marvel para hacer una obra propia: Battle Chasers, un cómic lleno de magia y acción. Todo sea dicho, el cómic es muy —MUY— noventero, lo cual se traduce en mujeres hipersexualizadas con espaldas de acero y hombres hipermusculados con músculos que hasta ese momento el ser humano todavía desconocía. Y por si fuera poco estamos hablando de una historia bastante genérica: un héroe ha desaparecido y para encontrarlo un grupo de compañeros peculiares se tiene que unir en un viaje repleto de magos tenebrosos, caballeros corruptos y giros de guión de lo más predecibles, como que el héroe desaparecido no es lo que todos piensan.
Aún no contento, el grupo de protagonistas es, efectivamente, lo más cliché que te puedes echar a la cara, ya que tiene a su antiguo héroe de guerra ahora retirado que ha jurado no volver a luchar, un robot de guerra que odia la violencia, un mago anciano y ermitaño que sirve de maestro para la joven hija del héroe desaparecido, la pícara que es mala pero es buena pero en verdad es mala pero era buena todo este tiempo,… os hacéis una idea. Y a pesar de todo esto, la historia funciona perfectamente gracias a que, seamos sinceros, nos encanta lo cliché, y a un estilo artístico muy marcado de manga occidentalizado bien hecho, con diseños de personajes llamativos y acción bien llevada —por si os pica el gusanillo, Planeta Cómic recopiló todos los números de Battle Chasers en un compendio que no está nada mal y es una buena edición—.
Pero debido al ritmo de publicación, que era muy errático, el cómic es cancelado abruptamente, y entra en un hiatus indefinido ya que Madureira deja el mundo del cómic para dedicarse a los videojuegos. Aquí vamos a meter un acelerón, porque en estos años funda un estudio de videojuegos, Tri-Lunar, estudio que no funciona, viaja de empresa en empresa trabajando en diferentes títulos, entre los cuales los más destacables son Darksiders y Darksiders II, en el que se nota mucho su diseño artístico. Después vuelve por un breve periodo de tiempo al cómic, trabajando para Marvel. Y ya, por fin, llegamos a 2015, cuando funda, por segunda vez, un estudio de desarrollo de videojuegos, Airship Syndicate, y apuesta por continuar la obra que dejó a medias: van a convertir Battle Chasers en un videojuego.
Y cuando digo continuar lo digo en el sentido más literal de la palabra, ya que el videojuego sigue los pasos del cómic, aunque avanza los acontecimientos un poco hasta que el grupo se ha reunido por fin —que eso no quita que el cliffhanger con el que se cancela la serie sea bastante criminal—. Los fans tuvieron que esperar solo 16 años para saber como la aventura continuaba, y encima en otro medio. Era algo bastante arriesgado si nos paramos a pensarlo, porque no necesariamente el público objetivo del cómic es el mismo que el de los videojuegos, y más aún si la apuesta es una obra que lleva más de una década muerta y con la que los fans estaban un poco enfadados —por decirlo de alguna manera—. Aún con todo en su contra, Battle Chasers: Nightwar sale, y quizás no con tanto bombo como se merecía, porque es un juegazo.
La estructura de combate por turnos con limits —en este juego llamados Ráfagas— no es rompedora, ni excesivamente innovadora dentro de los RPGs, pero sí que está pulida lo máximo posible con mecánicas claras e intuitivas. Además el juego cuenta con pequeñas áreas de exploración, las cuales quizás podrían haberse explotado de mejor manera, especialmente en el hecho de que los personajes tienen una serie de habilidades que, en teoría, sirven para facilitar la exploración o el combate contra enemigos, pero en la práctica son olvidables en su mayoría y poco influyentes. Pero lo que de verdad hace que el juego sea altamente recomendable es el apartado artístico —¿quién lo hubiera dicho?—. Los diseños de los enemigos y personajes que pueblan el mundo, las zonas por las que pasamos, así como el diseño de los personajes principales, el cual ya sabíamos que funcionaba desde el cómic, hacen que la obra nos atraiga y enganche. Es la unión de esto con sus mecánicas pulidas lo que le da un toque especial al juego, porque seamos sinceros, no todos los juegos tienen que ser innovadores o creativos para que nos enganchen o nos gusten.
Battle Chasers es una historia de cambios, de abandonos, de tareas pendientes y deudas con el pasado, pero también de nuevos comienzos, de otras formas de enfocar una aventura, y de que, aunque en un principio todo parezca perdido, siempre hay una forma de volver a enderezar el rumbo con buenos resultados. Este es un verdadero viaje gráfico de un género a otro, y de una forma de narrar una historia a otra. Aunque, todo sea dicho, no es estrictamente necesario leerse el cómic previo a jugar a Battle Chasers: Nightwar, pero sí que le da un valor añadido especial. Pocas historias han viajado tanto para poder llegar a buen puerto, ¿estáis preparados para seguirla?