Algunos datos estúpidos sobre Randy Meeks
Conocí a Randy Meeks en los primeros dos mil cuando entró a trabajar en la redacción de El Jueves (una revista que hacía gala de ser una gran lectura para el baño, como este libro que tienes entre las manos). De hecho, ya conocía su obra de antes. Randy era una figura de referencia cuando todo el mundo tenía un blog. Lo suyo era el enciclopedismo pop, el dato curioso llevado al extremo documental, la anécdota rarísima y la cobertura de humor. En el Jueves se estaba intentando dar algo de relevancia a la web de la revista y Randy entró para aportar algo de psicotronia ilustrada al conjunto y porque, supongo, ahí dentro nadie tenía muy claro cómo se tiraba adelante eso tan raro de los blogs.
En el blog de Randy uno podía encontrar artículos sobre los videojuegos de Barbie, los tebeos de Bugs Bunny contra Superman o la octava parte de Viernes Trece. Todavía no sé qué pulsión le lleva una y otra vez a rebuscar entre los desechos de la producción cultural para analizarlas desde todos los ángulos posibles, pero supongo que alguien tiene que hacer ese trabajo sucio.
Los posts del blog de Randy eran quilométricos, cada pie de imagen llevaba algún chiste o chascarrillo. Había ahí un caudal que mezclaba ingenio, información y rabia post adolescente en un caudal más grande que la vida!
Randy ponía titulares irresistibles antes de que el clickbait fuera algo con nombre en inglés:
“yo fui un comecacas adolescente”, “Cómo ligar en el salón del Manga”, “Daniel Radcliffe empalmao”. Había otros blogs temáticamente parecidos, pero Randy se reivindicaba como autor en cada una de las entradas. La era de los blogs terminó pero Randy ha seguido surcando la ola loca que es internet desde podcasts, youtube y, claro, desde redes sociales.
Fue en twitter donde, hace ya unos años abrió un hilo (sé que las palabras “abrió un hilo” harán que más de uno salga corriendo, pero sigan conmigo) llamada “100 datos estúpidos que no necesitabas saber” que, entiendo, fue el punto de partida para este libro. Muchos de esos datos los archivé y los saqué después en conversaciones con desiguales resultados.
101 datos idiotas sobre la cultura pop (para la hora de ir al baño) podría ser una nueva iteración del bloguerismo de Randy, empaquetado en cómodas dosis que lo convierten en un disfrute constante. El tipo de libro que te proporciona material valiosísimo para sacar como anécdota en cualquier sobremesa, ¡conviértase en el centro de las fiestas explicando por qué Estados Unidos censuró a David el Gnomo! ¡impresione a sus amistades revelándoles cuando se emitió el primer programa con risas enlatadas!
Ojalá tuviera algún dato curioso sobre Randy Meeks para cerrar este prólogo. Voy a investigar y prometo ofrecerles algo de mandanga sabrosa para cuando escriba el prólogo de Otros 101 datos idiotas sobre la cultura pop, seguro que Randy los tiene en la cabeza.
*Prólogo extraído del libro 101 datos estúpidos sobre cultura pop (para la hora de ir al baño), de Randy Meeks, disponible en tiendas y en heroesdepapel.es*