¡A metamorfosearse!
Digital Eclipse firma una emocionante oda a una de las series de la infancia de todo millennial que se precie, vestida para la ocasión con una edición coleccionista con la que Meridiem atraviesa el corazón de una generación entera a golpe de nostalgia y buen hacer.
Voy a intentar redactar esta crítica sin hacer uso de los siguientes conceptos: merienda, nocilla, bollycao, casa de la abuela… Bah, es imposible. Si una IP está ligada irremediablemente a la nostalgia prepúber de toda una generación, esa es Power Rangers. Un producto imposible, descabellado e indescriptible; un cóctel americojaponés fruto de un contexto cultural único. Hormonas adolescentes, mechas de cartón piedra y hostias como panes se dan la mano en una serie de televisión absolutamente icónica.
Como todo tótem televisivo de los 90, esta versión de Super Sentai americanizada por Saban Entertainment recibió diversas adaptaciones al videojuego de toda índole, ninguna de ellas especialmente destacable a día de hoy (a excepción del reciente y notable Battle for the Grid). Dejando de lado algunas excepciones, todos los productos basados en esta franquicia han cabalgado entre el brawler ramplón y el juego de lucha mediocre, en los que el jugador debía poner mucho de su parte para disfrutar de la experiencia. La nueva ola new retro, capitaneada por editoras como Dotemu y joyas como Streets of Rage 4 o TMNT: Shredder’s Revenge, ha llegado para convertir los programas de tu infancia en algo mucho más disfrutable de jugar. Y este Mighty Morphin Power Rangers: Rita’s Rewind es un claro ejemplo de ello.
Dos Ritas, una misión
Rita’s Rewind sitúa al jugador en un mundo en el que no tendrá que vérselas con una, sino con dos Ritas Repulsa. La operística villana recibe en su línea temporal a una alucinante versión robótica de sí misma, que ha llegado a través de una especie de grieta en el tiempo. Esta «Roborrita» idea un plan sin fisuras para acabar con sus odiados Rangers: viajar hasta sus orígenes y destruirlos antes de que obtengan sus poderes, borrándolos así de la historia y evitando que puedan entorpecer sus planes de conquista mundial.
Semejante premisa argumental, propia de la mente de los guionistas más noventeros, es el pretexto perfecto para plantarnos ante un beat’em up en gloriosas 2D, en el que repartir golpes contra masillas y otros enemigos míticos de nuestra amada versión de Super Sentai. Lo primero que enamora es su apartado artístico, con detallados y coloridos sprites que transportan al jugador a la gloria de la era de las dos dimensiones. Un derroche de saber hacer que demuestra que el pixel art es una forma de expresión artística tan actual como cualquier otra, siempre que se trate con el mimo y seriedad con que Digital Eclipse ha abordado su trabajo.
Este amor por lo retro se respira también en lo jugable. Mighty Morphin Power Rangers: Rita’s Rewind rezuma espíritu noventero por los cuatro costados. Las fases clásicas de desplazamiento lateral se alternan con otras sobre raíles al estilo Super Scaler, con falsas 3D pixeladas que evocan la fantasía de los 16 bits, así como con combates con los míticos Zords, que recuerdan a títulos como Punch-Out!. El juego también se atreve con mecánicas novedosas, como el «Rewind»: cuando los enemigos traen consigo un gran cristal, el jugador dispone de unos pocos segundos para destruirlo antes de que se active un rebobinado temporal que envíe la acción unos instantes atrás. La prensa especializada ha señalado esta idea como uno de los aportes más frescos al género, ya que añade urgencia y dinamismo a las secuencias clásicas de “avanza y golpea”.
El auténtico homenaje Ranger
Mighty Morphin Power Rangers: Rita’s Rewind sabe perfectamente a quién se dirige. Es una oda nostálgica al producto original, cargada de guiños, cameos y fan service que enamorarán tanto al seguidor de los Rangers como al amante del videojuego clásico. Ejemplo de ello son las máquinas recreativas desbloqueables en el bar de zumos —término que ya de por sí es un regalo—, donde los protagonistas se encuentran y desde donde es posible alternar entre héroes. Estas coin-op contienen minijuegos retro 100 % jugables, un detalle que hará las delicias del retrogamer. Otro detalle que encandilará al jugador más veterano son los filtros CRT con los que es posible disfrutar de la partida añadiendo a la imagen unas más que convincentes scanlines propias de nuestras viejas teles de tubo. Si a esto añadimos su glorioso multijugador local, tenemos un título que demuestra que lo retro puede ser un homenaje sincero y no solo un anzuelo comercial.
No es perfecto: los movimientos y la variedad entre Rangers son limitados, y el jugador más exigente puede encontrarlo algo corto. Además, aunque los combates de mechas gigantes me han fascinado, pueden resultar engorrosos y lentos para ciertos jugadores, especialmente los más jóvenes. Son carencias que, en gran medida, forman parte de la naturaleza del beat’em up 2D.
Por último, destaca la alucinante edición coleccionista que Meridiem ha lanzado en España: steelbook preciosa (ideal para quienes, como yo, consideran al Green Ranger el mejor), postal lenticular y otros extras que harán las delicias del coleccionista.
Rita’s Rewind es, en definitiva, un regalo para quienes soñamos con gritar «¡A metamorfosearse!» en nuestra niñez. Un beat’em up frenético y variado, cargado de guiños a la serie original y al género del “avanza y pega”. Peleas, velocidad y robots gigantes… ¿a quién no le va a gustar?