‘Hades’: la excelencia hecha roguelite
Ya han pasado unos meses desde que Hades fuese lanzado oficialmente, después de estar durante mucho tiempo en Early Acces para Nintendo Switch y PC. Todo este tiempo ha servido para reposar bien la propuesta de Supergiant Games y sacar conclusiones. Unas conclusiones que podría resumir diciendo que es una maravilla; con eso me quedaría bien a gusto. Pero voy a explayarme lo necesario para que quede claro lo bueno que me parece en todas sus facetas, partiendo desde su apartado jugable y sus mecánicas y virando hacia otros puntos de vista más personales.
A pesar de no ser una propuesta superoriginal —esto tiene sus matices—, sobre todo en su propuesta jugable, Hades consigue que cada partida resulte más interesante que la anterior. Y siendo un roguelite tiene mucho mérito conseguir que el jugador no quiera dejar de intentarlo después de llevar varios intentos mordiendo el polvo. Porque, en gran parte, ahí está la gracia de esta obra, en ver cómo a cada intento vamos progresando junto a Zagreo, adquiriendo la experiencia suficiente para hacer frente a nuevas runs y aprendiendo, de paso, a querer a nuestro protagonista.
Zagreo no es otro que el hijo de Hades, a quien encarnaremos y ayudaremos a intentar, varias veces, escapar del inframundo. ¿Los motivos? Al principio no sabremos mucho sobre ellos, pero poco a poco iremos descubriendo las causas que han llevado al joven a querer abandonar su hogar. En nuestra travesía no estaremos del todo solos, ya que contaremos con la ayuda de los dioses del Olimpo, la familia de Zagreo, que irán apareciendo para ofrecernos su ayuda en forma de bendiciones, que nos servirán para hacer frente a las amenazas que nuestro padre nos pondrá en el camino. Básicamente, esta es la esencia de Hades, pero es mucho más que eso. Es un juego profundo que no se basa únicamente en su jugabilidad, que es casi perfecta, sino que cuida cada uno de sus apartados y así nos los presenta.
Uno de los aspectos clave de la obra es la muerte, ya que es la forma que tendremos de ir desvelando las diferentes situaciones que hacen de Hades algo más que un roguelite. Este género se nutre de la muerte como mecánica, por norma general, para explicar de qué va cada uno de sus juegos. Pero suelen ser poco más que una excusa para ir a aporrear enemigos antes de volver al punto de inicio. Sin embargo, aquí es un aspecto mucho más importante. Contamos con una historia que nos mantendrá enganchados, hasta el punto de que morir sea algo menos doloroso, ya que volver al Tártaro es necesario para conocer todo lo que nos oculta bajo la superficie. De hecho, es uno de los motivos por los que este título tiene mucha rejugabilidad, porque puede que, cuando consigas completar el objetivo de huir, aún queden muchas cosas que no hayas descubierto por el camino. Así que, seguramente, te entre la necesidad de volver y seguir conociendo todo lo que Hades nos puede ofrecer.
Supergiant Games ha adaptado la mitología griega a las necesidades del juego de una forma original, fresca y divertida.
Otro de los puntos que hacen de este título algo especial es la forma en la que consiguen presentarnos una mitología griega adaptada a las necesidades del juego y, a la vez, ofrecer un punto de vista mucho más fresco y divertido de la mitología griega. Cada uno de los personajes que aparecen, además, goza de características personalidades que los hacen únicos. Y lo podremos comprobar en cada línea de diálogo que tengamos con cada uno de ellos, ya que difícilmente se repetirán en cada una de nuestras conversaciones. No es solo que cada conversación sea distinta, sino que la sensación de que cada personaje progresa, junto a nosotros, en sus historias y situaciones, siempre está ahí. Y, por supuesto, ellos serán conscientes de cómo nos ha ido en cada uno de nuestros intentos, ya sea para animarnos o terminar de deprimirnos. Incluso, podremos hacerles regalos para que confíen más en nosotros y nuestras charlas, y en general nuestras relaciones, sean más jugosas.
Me encanta pensar en este juego como un reflejo de lo que es volar del nido para muchos jóvenes. Vemos cómo Zagreo quiere emanciparse y la vida, representada por las diferentes mazmorras y enemigos, no para de golpearle y de arrebatarle el sueño de vivir una vida lejos de su casa, lejos de ser el príncipe del inframundo. Realmente, se trata de un enfoque válido y actual, ya que el juego no es más que una historia de independización que se ve truncada por las situaciones y adversidades que nos planta la vida en la cara. Aunque puede que las superes y puedas escribir tu propia historia. Quién sabe.
Volviendo un poco a lo que es el juego, y alejándonos de interpretaciones libres, nos vamos a adentrar en su apartado jugable y sus mecánicas. Porque si Hades se considera uno de los mejores juegos del año es, en gran parte, por su jugabilidad atractiva y fluida. Si en el principio del texto dije que no era algo precisamente original es porque no lo es, pero tampoco lo busca, ni lo necesita. Lo que hace es coger unas mecánicas que ya funcionan, y que posiblemente ya hemos visto varias veces, y las utiliza de una forma inmejorable, ofreciéndonos uno de los roguelites que mejor se juegan y más placentero resulta hacerlo. Sin duda, Supergiant Games ha demostrado la categoría que tiene y ha creado, posiblemente, el mejor proyecto de su trayectoria, aunando todo lo aprendido de sus anteriores títulos.
En Hades disponemos de un ataque estándar, uno especial, otro de magias o proyectiles, y un acelerón que nos sacará de más de un apuro y de dos. A partir de esta base de ataques, nosotros podremos elegir en cada intento cómo personalizar nuestro abanico de ataques. Esto lo haremos teniendo en cuenta el arma que llevamos equipada —el juego cuenta con varias armas que se irán poniendo al servicio del jugador conforme vayas avanzando y puedas desbloquearlas—, y su funcionamiento. La forma de ir ajustando nuestra arma será a través de las bendiciones de los dioses, que son, básicamente, habilidades y mejoras, tanto para nuestro personaje como para el arma que hayamos elegido en esa run. Entre esas bendiciones podemos elegir mejoras del ataque estándar, aumentos de salud, y muchas más opciones que nos ofrecerán los dioses para que nosotros escojamos la que mejor nos convenga para nuestra partida. Esto ocurrirá siempre, en cada intento tendremos que elegir con que arma queremos afrontar nuestra travesía y, en el transcurso de la misma, equiparla con las bendiciones que más se ajusten a nuestra estrategia. Desde luego, cada partida es diferente a la anterior.
Aunque parezca que comenzamos de cero, en cada partida salimos más reforzados.
Cada intento será diferente, algo que también se aplica a los enemigos, ya que en cada acometida cambiarán su ubicación de manera aleatoria, no como sus escenarios que, por lo general, suelen estar distribuidos de la misma manera en cada vuelta. Quizás, esto puede que sea uno de sus puntos más débiles, ya que al pasar muchas veces por las mazmorras puede que acabemos un poco cansados de repetir esos escenarios. Aun así, creo que no es algo muy grave a comparación del resto de factores que hacen de esta obra uno de los mejores juegos del género. Además, esto ayuda a que podamos utilizar las salas a nuestro favor para hacer que nuestra estancia sea lo más fructífera posible. Aunque sí que hay algo que cambia en cada una de nuestras acometidas: recompensas que nos pueda dar completar cada sala, y nosotros tendremos que elegir. En ocasiones nos tocará escoger entre conseguir monedas o recibir un aumento de salud, pero esto dependerá de como vaya nuestro progreso en cada vuelta.
Hades es un juego difícil, pero tiene una dificultad más comedida que algunos exponentes del género, permitiendo al jugador conservar parte de su aprendizaje y mejoras, para que cada partida sea algo más «fácil» de afrontar. No empezaremos cada run de cero, sino que mantendremos ciertas mejoras que hayamos adquirido gracias a gastar algunos recursos recolectados en nuestros anteriores intentos. Además, tendremos la opción de comprar algunos elementos para que sean distribuidos por las mazmorras y nos ayuden un poco; algo que se agradece. Porque nos tendremos que enfrentar a muchas oleadas de enemigos, así que cualquier ayuda, por mínima que sea, es bien recibida. Hablando de nuestros rivales, todos nos pondrán contra las cuerdas en varias ocasiones. Pero, desde luego, los picos de dificultad más intensos nos los ofrecen los jefes de Hades. Aun así, llegará el momento en el que dominarás a más de uno, poniendo encima de la mesa todo lo que el juego te ha enseñado y ha permitido que conserves de ese aprendizaje. Qué gran sensación es la de hacer que algunos de esos jefes sean poco más que un trámite.
El apartado visual es uno de sus elementos más destacados.
¿He dicho que Hades también es muy bonito? Pues lo es, tiene un apartado visual al más puro estilo cómic, con unos diseños muy cuidados que saben reflejar de maravilla la personalidad de cada uno de los personajes y de sus escenarios, y de todo lo que lo rodea. Un trabajo único que da gustito ver. La elección de los colores y sus combinaciones refuerzan esa visión artística del juego. Todo esto sé magnífica si tenemos en cuenta el rendimiento del juego, al menos en PC, que es genial, aportando esa fluidez y agilidad que tan bien le sienta a este tipo de títulos. En serio, este apartado es uno de los grandes atractivos del juego, y una muestra más del gran trabajo de la gente de Supergiant Games.
Algo similar podemos decir del apartado sonoro, que sin ser algo de otro mundo, sí que tiene sus momentos en los que consigue brillar, incluso dejándonos embobados. Si lo habéis jugado ya sabéis a lo que me refiero, si no, merece la pena que lo descubráis por vuestra cuenta. Por supuesto, el trabajo de doblaje en inglés es algo asombroso, está perfectamente realizado y da gusto oír a cada uno de los personajes. Al igual que la traducción al castellano, que está muy lograda, más aún teniendo en cuenta la cantidad de líneas de texto que tiene el juego. De nuevo, un gran trabajo de sus desarrolladores y, cómo no, todos lo que se han ocupado de las diferentes localizaciones del título.
Imagino que ha quedado claro que Hades me parece un juego prácticamente redondo en todos sus apartados. Una muestra de cómo hacer un juego con el apoyo de la comunidad, que lo ha ido jugando en todo el tiempo que estuvo en Early Access, y que el resultado final sea casi perfecto, haciendo que apenas puedas destacar ninguna cosa mala sobre él. Creo que es uno de los pocos roguelites que recomendaría a la gente que no suele jugar a este tipo de juegos, ya que no es solo un «mata e intenta sobrevivir». Además, tiene una historia adictiva, unos personajes perfectamente escritos y diseñados, y jugarlo es un placer de principio a fin. Por eso, Hades es mucho más que un roguelite. Pero hay algo más importante que todo eso, y es que Supergiant Games se ha ganado el derecho de ser considerado uno de los mejores estudios, capaces de llevar una obra de autor a lo más alto. Igual que nosotros intentaremos llevar a Zagreo a lo más alto, e intentar dejar todo atrás. ¿Vosotros estáis dispuestos a intentarlo?