Los primeros crossovers
Los crossovers, para los ajenos al término, son aquellos juegos donde se encuentran e interaccionan personajes, elementos y lugares de dos o más sagas, compañías o universos ficticios distintos. De esta manera, un crossover es un animal muy común en la fauna «videojueguil» actual toda vez que cualquier combinación de personajes que tienen poco o nada que ver se batan, o cooperen, entre ellos llama la atención a miles de gamers. Tanto es así, que muchos de estos crossovers se constituyen en verdaderas sagas con continuidad en el tiempo que pasan de generación (de consolas) en generación, como puede ser King of Fighters, Mario Kart, Kingdom Hearts o Mario y Sonic en la Olimpiada de turno.
Sin embargo, a pesar de que existan una gran cantidad de crossovers, especialmente de lucha (como pueden ser Marvel Vs Capcom, Cartoon Network explosión de puñetazos, Street Fighter X Tekken o Super Smash Bros) o de carreras (por ejemplo Sonic & Sega All-Stars Racing, Nicktoons Racing o Diddy Kong Racing), no siempre ha sido tan frecuente su presencia dado que su eclosión tuvo lugar a finales de los años 90. De hecho, antes de esa época los crossovers se podían casi contar con los dedos de la mano, por ello, cabe hacer memoria y repasar los primeros grandes crossovers que abrieron el camino no solo en cuanto al género en sí, sino en muchos casos creando modos de juego que serían copiados hasta la saciedad o iniciando sagas que, al hablar de ellas, llenarían páginas y páginas de un libro.
Konami Wai Wai World (NES, 1988)
Considerado para algunos estudiosos del videojuego como el primer crossover del mundillo, en este juego, Konami presenta a los personajes Konami Man y la androide Lady Konami que a travésde niveles de plataformas y minijuegos rescatan a personajes de otras sagas de la desarrolladora japonesa, los cuales se vuelven elegibles.
De esta manera, el ninja Goemon, el cazavampiros Simon Belmont III de Castlevania o Vic Viper, la nave especial de la saga Gradius, unen sus fuerzas para luchar contra el villano de turno, Waldar.
El experimento finalmente cuajó y Konami lanzó una secuela tres años más tarde incorporando a más personajes carismáticos del «Mundo Konami» como Bill Razer de Contra o el bebé Upa de Bio Miracle Bokutte Upa, que recorrían escenarios basados en títulos como los clásicos Frogger o City Bomber. Hace pocos años se reeditó para móvil siendo un éxito en Japón.
Jump: Hero Retsuden (NES, 1988)
Para conmemorar el vigésimo aniversario de la creación de la revista de edición semanal Shonen Jump se desarrolló este RPG protagonizado por los personajes de los mangas más famosos de esta publicación.
De esta manera, a través de distintos mapas, Son Goku de Bola de Dragón, Seiya de Pegaso de Caballeros del Zodiaco, Arale de Dr. Slump o Oliver Atom de Campeones, entre otros, unen sus fuerzas para combatir la horda de villanos lideradas por el primer gran rival de Goku, Piccolo Daimaô
Con este título se inició una saga de juegos que posteriormente cambiaría de género para desarrollar entregas de lucha como el célebre Battle Stadium D.O.N para Game
Cube/Playstation 2 donde combaten personajes de las series Bola de Dragón Z, One Piece y Naruto. El último título de la saga ha sido Jump Force que salió el pasado mes de febrero con personajes de series como Yu Yu Hakusho, Rurouni Kenshin o Bleach.
Alex Kidd in Shinobi World (Master System, 1990)
Visto el éxito de Shinobi tanto en las recreativas como en la Master System , SEGA quería lanzar una versión protagonizada por un niño ninja que emulara a Shinobi, sin embargo, en última instancia se decidió apostar por darle más protagonismo a la mascota del sello japonés-americano (por entonces Sonic era solo un proyecto) y decidieron que Alex Kidd fuera el héroe de un juego que se iba a llamar Shinobi Kid.
Así, siguiendo la típica historia de caballero andante que rescata a la princesa de turno, Alex Kidd tiene que adentrarse en el mundo de Shinobi para rescatar a su novia Stella de las manos del malévolo ninja Hanzo.
Este título, más allá de lo anecdótico por ser el primer crossover de SEGA, no cuajó en ningún momento y junto al fracaso de Alex Kidd In High Tech-World, propició que el joven Alex no volviera a protagonizar un juego más (pese a la buena aceptación de su desembarco en Mega Drive).
Super Mario Kart (Super NES, 1992)
Una idea tan sencilla como poner a los personajes de las sagas de Super Mario Bros, Donkey Kong y Super Mario World al mando de unos karts supuso desencadenar tres grandes hitos: convertirse en el tercer juego más vendido de la Super Nintendo; iniciar una prolífica saga, no solo la de Mario Karts, sino la de los personajes de Mario que se atreven con cualquier deporte; y crear escuela haciendo que el resto de compañías repitan la fórmula en busca de alcanzar un pedacito de gloria, inspirando así títulos como Sonic Drift, Konami Krazy Racers o hasta el Cartoon Network Racing.
No en vano, Super Mario Kart ha sido catalogado por varias revistas especializadas como uno de los mejores 50 videojuegos de la historia. Y es que con unos escenarios muy logrados, unos gráficos portentosos (sprites de dieciséis ángulos) para la época y una jugabilidad adictiva, han hecho de este juego, un título que todo auténtico gamer debería probar.
Battletoads & Double Dragon (NES, Super NES, Game Boy y Mega Drive, 1993)
La fusión de estos dos beat’em up está tan bien confeccionada que hace que este título sea considerado como el perfecto crossover. Como su nombre indica, este juego supone la alianza de los hermanos Lee, protagonistas de Double Dragon, con las ranas de la saga Battletoads, que tendrán que avanzar por escenarios nuevos (pero que recuerdan a anteriores títulos), y ante rivales procedentes de ambas sagas, para hacer frente a Dark Queen y Shadow Boss que han sumado esfuerzos para conquistar el planeta Tierra y posteriormente el universo. Si bien se puede tildar de gran mezcla de sagas, este juego oscila ligeramente a la saga Battletoads con escenarios en el espacio exterior y una gran dificultad (especialmente la versión de Super Nintendo). Este título, además, es uno de los primeros crossover de sagas de compañías distintitas, en este caso, Rare y Technos Japan.
RoboCop Vs The Terminator (Master System, Game Gear, Mega Drive, Super NES, Game Boy 1993)
Las dos máquinas de matar por excelencia en los años 80 y principios de los 90 fueron objeto de crossover de la mano de Frank Miller con cuatro volúmenes de cómics publicado por la editorial Dark Horse donde el robot policía de Detroit intentaba parar los pies al implacable T-800.
Este atractivo argumento cautivó a Virgin Games, que compró los derechos para adaptarlo al ámbito de los videojuegos, si bien en las consolas de Nintendo cedió el apartado de desarrollo a otras compañías. Esto supuso distintos resultado, por un lado, está la versión de Super NES que cuenta con buenos gráficos pero adolece de escasa jugabilidad, y por otra parte, nos encontramos con el título de Mega Drive que sale vencedor de la pugna por no caer en el error de la competencia y por tener un característico mérito, ser el juego más sangriento de todos los lanzados para la consola de SEGA.
En cuanto a la versión de Game Boy, esta es un intento de calcar la versión de la Super Nintendo pese a las dificultades técnicas.
Bubble Symphony (Saturn, 1994)
También conocido como Bubble Bobble II, al ser considerado una secuela del legendario Bubble Bobble. En este juego los simpáticos dragones Bubblun y Bobblun (también conocidos como Bub y Bob) van acompañados de dos dragoncitas Kululun y Cororon. Todos ellos resultan ser niños convertidos en dragones por una maldición del villano Hyper Drunk que tendrán que deshacer en un enfrentamiento final tras un periplo por varios escenarios inspirados en juegos de Taito como Rainbow Islands o Arkanoid o Liquid Kids.
Además, Bubble Symphony incluye varios cameos de personajes de otros títulos de Taito como The New Zealand Story (exacto, el mítico kiwi Tiki), Darius, Space Invaders o The Fairyland Story.
Este juego sigue la misma dinámica que su precuela, con escenarios de plataformas y enemigos a los que hay que meter en una burbuja para eliminarlos, pero con la diferencia principal que cuenta con los gráficos de 32 bits de la Saturn.
The King of Fighters (Neo Geo, 1994)
El germen de todos esos crossover de lucha que han proliferado desde los mediados de los 90 hasta la actualidad. Y es que KoF es para muchos jugones representa el crossover definitivo ya que es la perfecta combinación de las modalidades de lucha de los títulos de SNK Art of Fighting y Fatal Fury, no en vano, esto supuso la creación de una saga que llega hasta nuestros días con un total de 23 «entregas».
The King of Fighters no sólo incluye a luchadores de los dos títulos anteriormente mencionados como los míticos Terry Bogard o Yuri Sakazaki sino que también cuenta con personajes extraídos de otros juegos de SNK como Ikari Warriors o Psycho Soldier así como luchadores desarrollados específicamente para la ocasión, como es el caso de Kyo Kusanagi.
Otro de los atractivos de este título fue el sistema de juego basado en equipos, en este caso de tres luchadores, y que creó escuela y sería imitado por otros.
Alien vs. Predator (Arcade / Atari Jaguar 1994)
Al igual que RoboCop Vs The Terminator, este crossover de dos personajes de distintas sagas fílmicas fue una idea de la editorial de comics Dark Horse y también fue lo suficientemente atractiva para adaptarla al mundo de los vídeojuegos.
Pero la ahora franquicia que ha sido llevado pobremente al cine no sufrió una adaptación, sino dos. Y es que en 1994 tanto Capcom como Atari compraron los derechos para adaptarlo a su estilo. De esta manera, la primera desarrolló un beat’ em up para Arcade con cuatro personajes (dos humanos y dos Predators) que se abren camino dando estopa a una horda de xenomorfos. Mientras que Atari, por su parte, lanzó un shooter en primera persona con sprites en 2D, en el que podrías elegir bando, para su consola Atari Jaguar, donde llegó a ser su juego más vendido. Su desarrolladora, Rebellion, se alió con SEGA en 2010 para lanzar una readaptación.
Wario Blast (Game Boy, 1994)
Cuando la compañía Hudson Soft iba lanzar uno de sus más famosos juegos, Bomberman, para Game Boy, pensó que en Europa y América tendría más ventas si lo asociaba a un personaje reseñable. Por ello, se alió con Nintendo para lanzar el mismo juego que se sacó en tierras niponas pero con la diferencia de que podías jugar con el malévolo Wario, que se enfrentaba a los Black Bombermen en su afán de saquear todo, o con Bomberman que luchará contra Wario y sus clones.
Este juego no presenta muchas disparidades con otros títulos de la saga Bomberman, con una buena jugabilidad y una aceptable música, siendo un digno sucesor de la primera entrega que salió para NES en 1983.
Además, Hudson contempló la conectividad con Super NES a través de la Super Game Boy por lo que posee uno de los mejores «coloreados» si se usa esa plataforma de juego. Cabe destacar que este fue el primer crossover de Nintendo con otra compañía.