Primeras impresiones sobre ‘Pokémon Espada’ y ‘Escudo’
El pasado 15 de febrero se revelaron los primeros detalles de los esperadísimos Pokémon Espada y Escudo para Nintendo Switch. Como fan de la saga, escribí unas líneas acerca de cuáles serían mis deseos para las nuevas entregas. La mayor potencia de la plataforma, y el reciente ejemplo de la reinvención de The Legend of Zelda en Breath of the Wild, invitaban a la ilusión. Tres meses más tarde hemos conocido más datos gracias al Pokémon Direct del 5 de junio y al gameplay mostrado en el Treehouse que Nintendo organiza todos los años en el E3 para dar a conocer algunas novedades de sus títulos en desarrollo.
El apartado gráfico de Pokémon Espada y Escudo es resultón, sin más. Muestra el mismo estilo que los Let’s Go, aunque se aprecian mejores detalles y texturas. Si bien Nintendo Switch da para más, no en vano vamos a ver The Witcher 3 en la híbrida, los gráficos son algo secundario en un título de estas características. De hecho, el juego luce particularmente bien en el área salvaje, una parte del mapeado bastante abierta en la que podremos, por primera vez en la saga, mover la cámara libremente. En el vídeo que los desarrolladores enseñaron destacaban para bien la lluvia y el efecto de bruma que envolvía el paisaje.
Otro de los detalles que nos enseñaron fue la nueva bicicleta, la cual, sorprendentemente, se podrá meter en el agua gracias a unos flotadores que tiene junto a los pedales. También pudimos comprobar que se mantiene una de las novedades introducidas en Let’s Go: podemos ver a los pokémon salvajes integrados en el entorno y escoger si luchar contra ellos o evitarlos. Antiguamente los combates eran aleatorios debido a las limitaciones técnicas de las consolas, pero la potencia con la que ahora cuentan ha permitido dar este salto adelante que, por otra parte, era lógico.
No es la única mecánica heredada de títulos anteriores. Cuando derrotamos a un pokémon enemigo todo nuestro equipo gana experiencia independientemente de que haya intervenido en el combate. Desconocemos si se debe a que estaba activado el repartir experiencia, que ya funcionaba así en Sol y Luna, o si directamente los desarrolladores lo han puesto de este modo por defecto. Cuando entablamos combate la interfaz también nos sigue indicando qué ataques son más efectivos contra nuestro rival. He de señalar que ninguna de estas dos mecánicas me gusta. La primera facilita mucho el subir de nivel demasiado rápido, mientras que la segunda simplifica el combate. Hubiese preferido el funcionamiento tradicional en el que el repartir experiencia es un objeto con el que se puede equipar a un determinado pokémon para que él, y exclusivamente él, gane experiencia sin haber participado en combate.
La polémica en esta ocasión viene de la mano de la Pokédex de Galar. La primera generación contaba con 150 pokémon. Estos han ido aumentando con cada nueva entrega hasta superar los más de 800 que tendrá la saga tras Escudo y Espada. Hasta ahora los jugadores podían traspasar sus pokémon de entregas anteriores a los nuevos títulos que iban saliendo. Por ello, el anuncio de que en esta ocasión solo estarán disponibles las criaturas especialmente seleccionadas para integrar la Pokédex de Galar ha causado una gran indignación entre los fans.
Junichi Masuda, una de las figuras más reconocibles de Game Freak, ha excusado la decisión en la dificultad de animar con el suficiente nivel de detalle y calidad a los más de 800 pokémon existentes. El resultado: el vídeo en el que se enseñaba el título cuenta con más votos negativos que positivos. Aunque han prometido estudiar la posibilidad de añadir más criaturas en futuros parches, no cabe duda de que aquellos pokémon poco populares y más débiles se quedarán fuera de Galar y no podremos atraparlos, lo cual es paradójico teniendo en cuenta que el lema principal de la franquicia es el de “Hazte con todos”. Al menos nuestros pokémon de juegos anteriores no se perderán, sino que se quedarán almacenados en un servicio de pago conocido como Pokémon Home en el que podría haber algún tipo de minijuego que nos permita interactuar con ellos.
Aunque ya hemos visto que algunas se mantienen, varias de las novedades de entregas anteriores vuelven a desaparecer. Por enésima vez nuestros pokémon volverán a no seguirnos y habrá que ir olvidándose de las megaevoluciones de Pokémon X e Y, al igual que de los movimientos Z de Sol y Luna. Falta por conocer qué pasará con la forma Alola, una apariencia alternativa para algunos pokémon que incluso llegaba a cambiarles el tipo al que pertenecían. Y… ¿qué nos ofrece Game Freak en lugar de todo lo que hemos perdido? Su propuesta es el dynamax, una mecánica que podemos utilizar una vez por combate por la cual uno de nuestros pokémon se convertirá en gigante y aumentará de manera muy considerable sus características durante tres turnos. Los líderes de gimnasio también la usarán, pero está especialmente concebida para las incursiones, un remedo de las raid de los juegos multijugador en línea en el que podremos conectarnos con otros tres jugadores para enfrentarnos juntos a uno de estos pokémon gigantes. Si le derrotamos, además de adquirir mucha experiencia, podremos capturarlo.
Faltan cinco meses para la salida del juego y sigue habiendo muchas incógnitas. No sabemos qué ocurrirá con la Torre Batalla, cuántas modalidades de combate tendremos disponibles en el modo online o las horas de juego que nos proporcionará el título una vez superada la Liga Pokémon. Sin embargo, he de reconocer que lo mostrado hasta ahora me ha decepcionado un poco. Esperaba que este Pokémon pudiese ser un punto de inflexión en la saga, pero sigo viendo un título poco ambicioso. Teniendo en cuenta que esta era la entrega “seria” las novedades se me presentan pocas, mientras que se han sacrificado demasiadas cosas, siendo especialmente grave la ausencia de bastantes pokémon de títulos anteriores.
Aún falta tiempo para tratar de convencer a los fans. O de escucharlos, hacerles caso, y arreglar algunas de las quejas que tienen. Nos falta mucho contenido por ver y no dudo de que Game Freak tenga algún as guardado en la manga. Si bien parece que al final no será ese Pokémon definitivo con el que algunos soñábamos, a buen seguro quedará un juego disfrutable que proporcionará un buen número de horas de diversión.